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Jimin despertó cuando el calor del sol le pegó en el rostro.

Se giró alejándose del sol, extendiendo la mano sobre la cama.

Sin embargo, su mano golpeó el espacio vacío y finalmente abrió los ojos y levantó la cabeza.

—¿Irlandés? —llamó con la voz ronca del sueño.

NamJoon se había ido y su lado de la cama estaba frio bajo los dedos de Jimin.

Se esforzó en sentarse, usando los cobertores y el colchón para empujarse.

—Me amó y me largó. Típico O'Flaherty , —Jimin murmuró.

El probablemente debería ser un manojo de nervios al despertarse solo después de anoche, en especial sabiendo que NamJoon era un riesgo de fuga comprobado cuando se trataba de relaciones. Pero cuando miró por hábito hacia el reloj encima de la mesilla de noche, vio una nota allí, instruyéndole a pedir ayuda si la necesitase. Sonrió a la caligrafía brusca, sin frescura, de NamJoon.

Sus pastillas estaban alineadas para él y un vaso de agua puesto a su alcance.

Consiguió arrastrarse de la cama e ir al baño sin mucha dificultad. Limpiarse con un paño húmedo y cepillarse los dientes fue todo el esfuerzo que colocó en su apariencia.

Él estaba limpiando la mierda de otro hombre de su tripa.

Jesús. Pero este no era solo otro hombre. Era NamJoon. Y era su mejor amigo.

Era su mejor amigo que el siempre creyó que era hetero, hasta hace un año.

¿Incluso que mierda significaba esto para él?

¿Podría Jimin todavía llamarse hetero? ¿O ahora era gay? Dios, el esperaba que NamJoon tuviera alguna respuesta que darle, porque NamJoon era la única persona en la que podía ahora mismo pensar para preguntarle estas cosas.

Se giró para examinarse a sí mismo en el espejo.

—¿En serio? —Susurró para su reflejo.

El negó con la cabeza y comenzó a sonreír involuntariamente.

—Vale, entonces. Tú, estúpido idiota.

Se puso un par de pantalones y una camisa muy desgastada, pero tuvo que sentarse en el borde de la cama y descansar, después de haberse vestido.

Se estaba duramente presionando para no reírse de si mismo. Estaba demasiado débil para vestirse sin hacer una pausa, pero no fue muy jodidamente débil para implorar a su mejor amigo que follara con él.

Vio el pijama que había usado la pasada noche arrugado al pie de la cama donde él lo había chutado.

Su estómago se revolvió y de nuevo le sorprendió su reacción.

NamJoon había sido muy bueno. Muy, muy bueno. Todo sobre lo de anoche había sido bueno y Jimin estaba chocantemente bien con eso.

Lo que lo hizo un poco querer vomitar era el querer saber cómo NamJoon lo estaba llevando.

Hizo una mueca cuando se levantó luchando para equilibrarse y se arrastró hacia las escaleras.

Los analgésicos no habían hecho efecto todavía y las mañanas eran siempre peores.

Estaba en la parte superior de la escalera mirando abajo.

Parecía un largo camino sin alguien allí para cogerlo si él se cayese.

NamJoon apareció en la parte inferior de la escalera, mirándole.

—¿Necesitas ayuda?

—Pensé que no la necesitaba—Jimin habló con una sonrisa.—Pero podría haberme equivocado.

Sidewinder: Choque y Pavor || NamminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora