El chico de las flores azules || Luckity AU

III

Lirios.

El lirio es una de las flores más bellas que existen. Se pueden distinguir entre lirios blancos, que según el lenguaje de las flores hacen referencia al amor y la confianza.

═══════════════════. ❀~✿ .═

Al regresar a su casa, Luzu se dirigió a las estanterías para buscar entre todos los libros que anteriormente había desempacado y ordenado, aquellos que eran de psicología.

El castaño, luego de haber fracasado en la política, se decidió por estudiar la mente humana, logrando ser un reconocido psicólogo en su ciudad, cuya reputación había sido manchada tan pronto se enteró esa persona, la que le había robado todo por lo que había luchado alguna vez.

Mientras hojeaba rápidamente sus libros, recordaba aquella vez que se sintió igual que en ese momento. Cuando su pecho se sentía cálido al estar cerca de otra persona y su estómago se revolvía por pequeñas mariposas.

Recuerdos amargos y dolorosos volvían a su mente junto con los dulces momentos que él vivió, todo lo que juró enterrar en España, junto con el amor que en algún momento le prometió a otra persona.

El jóven cerró de golpe su libro y lo aventó a la estantería furioso, provocando que algunos otros cayeran.

Era difícil para él comprender por qué le pasaba eso, pensaba que era un castigo divino o una enfermedad verdadera hasta que tomó uno de sus tantos libros y lo leyó.

¿Entonces por qué se sentía mal? ¿Acaso era porque sus amigos tenían pareja, hijos y una familia ordinaria?

Esos eran sueños de Luzu, justo como los de sus camaradas, solo que en ellos no veía a una mujer junto de él por algún motivo que no lograban comprender.

Luzu suspiró cansado, y antes de maldecirse miró hacia el florero sobre la mesa con los claveles que Quackity le había vendido.

-¿Algún día descansaré de esta penitencia eterna?

De esta manera, se acercó a las flores y las olió. Su dulce aroma hacía que su pecho doliera un poco.

Tomar nuevamente las riendas de su vida era tarea difícil, pero no imposible, y Luzu estaba dispuesto a superar las adversidades esta vez.

Al día siguiente de aquella noche sin descanso y de dura reflexión, se dirigió directamente hacía el pequeño espacio de venta de Quackity.

Lo primero que pasó por su mente fue un pánico terrible al segundo de haberlo buscado dentro y cerca de la estación y no encontrarlo. Trató de mantener la calma y momentos después se dirigió al parque en el cual se despidieron la noche anterior, esperanzado de verlo.

Luzu notó que la música y los rayos del sol hacían lucir completamente diferente al parque, pero esa noche no podría ser olvidada tan fácilmente por el castaño.

La música alegre del organillero sonaba y los gritos de los niños corriendo se volvían intrusos en los oídos de Luzu, ya que intentaba concentrarse en escuchar la voz de Quackity.

Entonces se le ocurrió preguntarle a uno de los vendedores que el día anterior le había presentado el chico, sobre su paradero.

-Disculpe, ¿usted conoce a un chico que siempre lleva sombrero de charro?

El vendedor de dulces se río.

-Bueno, veo pasar a muchos chicos con sombrero diario.

-Su nombre es Quackity.