IV

164 28 25
                                    

Claveles estriados.

El clavel en el lenguaje de las flores simboliza el descaro, pero los claveles estriados simbolizan el rechazo de una persona a otra o el no poder estar juntos.

═══════════════════. ❀~✿ .═ 

En cuanto Quackity se fue, Luzu se recargó de espaldas sobre la gran puerta de madera con su rostro completamente pintado de rojo por aquel cariñoso abrazo. No había forma alguna de negar que estaba muy feliz, Quackity le hacía feliz. 

Así que después de aclarar su mente, el castaño fue corriendo hasta su escritorio para escribirle una carta a su fiel compañero, el cual estaba del otro lado del globo azul y extrañaba inmoderadamente. 

Al chico le faltaban adjetivos para poder describir a su flechazo. Y con cada palabra que escribía, sentía que su corazón se afligía un poco más. 

Entonces comenzó a preguntarse, ¿qué es lo que le había enamorado? 

No sabía sí era su cabello, su sonrisa, sus anécdotas que le contaba con tanta emoción o aquellos ojos que lo hipnotizaban. 

Ya habían pasado varios meses desde que se conocieron por casualidad y aún así, su cabeza no podía dejar de dar vueltas. 

Luzu selló la carta y se dirigió a su habitación para esperar en sus sueños la mañana siguiente, y así poder ir hasta el buzón más cercano a depositar su carta. 

Mientras que del otro lado de la ciudad, en un pequeño bar llamado "El sueño", Quackity se lamentaba a lado de sus tres mejores amigos. 

El azabache alzaba su vaso de tequila mientras estaba recostado sobre la barra con la mirada perdida. 

-Hey Quackity, no dices nada desde que llegaste, ¿acaso una chica te rechazó o algo así? 

Aquel hombre de cabello negro y acento inglés lo miraba confundido, no era normal que su amigo hiperactivo estuviera tan sereno. 

-Ahora no Jorge. 

Uno de ellos suspiró y recargó sus codos sobre la barra mientras observaba al pobre chico cuyo sombrero caído cubría su rostro. 

-Hombre, yo sé cómo es que una chica te traiga con el corazón mal. 

-No Carlos, no es eso... 

Karl o Carlos, como le decía Quackity, le acomodó gentilmente su sombrero para poder ver su cara sonrojada por culpa del tequila. 

-No puedes pretender que no estás enamorado, no es nada fácil de ocultar cuando lo estás, Quackity. 

Los mejores amigos de Quackity eran un trío de extranjeros que sin duda, tenían ideas más novedosas que la mayoría de su ciudad, ya que habían viajado por diversos países y su conocimiento e ideas se había ampliado. 

El azabache era muy suertudo de haberlos conocido, sin duda sus conocimientos le eran muy útiles al igual que sus consejos. Aunque todavía no comprendía del todo el por qué habían decidió abrir una cantina en México luego de tanto viajar... 

-Actúas como un niño pequeño enojado, ¡vamos, arriba!. 

-No es que esté enojado, creo que estoy... no sé, ¡puta madre! 

Quackity dió un golpe en la barra luego de haber gritado, provocando que George se sorprendiera al igual que su compañero junto de él. 

Sapnap, como le gustaba ser llamado, recobró la conciencia de sí gracias a eso, ya que estaba algo tomado. 

El chico de las flores azules || Luckity AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora