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El sonido de metales chocando era lo único que se escuchaba en aquél campo de entrenamiento

Las princesas estaban en medio de una lucha debido al entrenamiento, llevando un empate hasta el momento

—Creía que la "perfecta" princesa Aurora era más impresionante —se burló la albina mientras bloqueaba un ataque de la de ojos verdes-.

La pelirroja solo le limitó a darle una sonrisa de labios cerrados

—Esto se acaba ahora, Ariana

—Si claro, apenas y te puedes mantener en pie —rodó los ojos con ironía-.

En un movimiento la primera princesa saco volando la espada de la menor, logrando así que está callera de espaldas debido a la pérdida de equilibrio

—Te lo dije, se acabó —Sonrió dulcemente como si en ese momento no estuviera apuntando el cuello de su hermana menor con una espada-.

Antes de que la menor pudiera decir o reprochar algo fueron interrumpidas por las palabras de su maestro de espada

—Guau, su habilidad con la espada cada vez es mejor su excelencia —felicito el adulto— Tal parece que no me queda nada más que enseñarle.

—Muchas gracias Señor Belloque, todo esto es gracias a usted, ya que es un profesor excepcional—una sonrisa tímida se posó en sus labios mientras jugaba con un mechón de su cabello-.

Aquel acto se les hizo muy tierno a la gente que estaba en el lugar, menos a una, supongo que ya saben quién es ¿Verdad?

—lo hiciste genial Mi amanecer —El Archiduque Durelli hizo acto de presencia mientras se acercaba animadamente a su prometida-.

—Artemis —saludo con un tono cariñoso al masculino mientras se arreglaba levemente-.

El azabache agarro con cariño la mejilla de amada mientras con una de sus manos limpiaba un poco de polvo que estaba en su mejilla

Esta escena logro nuevamente enternecer al público que inevitablemente soltaron un "awww"

—El amor de la primera princesa y de su alteza El archiduque es tan puro! —hablo una sirvienta mientras veía emocionada a la pareja-.

—Es verdad! Parece sacado de un cuento de hadas! Se ven tan bien juntos! —respondió de igual forma emocionada otra-.

Así varios se juntaron mientras hablaban de la pareja más popular del imperio, y si, todos quedaron fascinados con la linda pareja de enamorados que formaban la primera princesa y el archiduque Durelli

Mientras tanto una albina veía esto con rabia acumulada, no sólo había perdido y estaba siendo ignorada, si no que también le presumían su perfecta relación frente a ella, estaba arta, todo sería diferente si ella hubiera nacido primero, si fuera así ella sería la favorita de su padre y estaría comprometida y tal vez incluso casada con el archiduque Durelli en ese momento

Dio la espalda mostrándose disgustada ante la escena frente a sus ojos, pero cuando estaba a punto de retirarse fue interrumpida por una de sus sirvientas.

—Lo hizo genial princesa! —hablo la muchacha de cabello castaño mientras le daba una toalla a la albina—Ah, su alteza, tengo un mensaje para usted.

—¿Que sucede, Marina? —Hablo aparentando estar tranquila a su sirvienta-.

—Vine a darle este mensaje, su alteza,el Duque Phantom la espera en el punto de encuentro —Hablo con una sonrisa mientras se inclinaba levemente -.

—Ah, si? —sintió como su enojo disminuía levemente al escuchar que su concubino la estaba esperando, miro levemente su apariencia, estaba totalmente sudaba y su aspecto estaba totalmente desordenado debido al reciente entrenamiento— Ve a prepararme un baño, a Nell no le gustan los olores fuertes, así que añade un poco de escénica de Durazno —Hablo mientras miraba levemente a la pareja que aún seguía hablando cariñosamente— ah! Y necesitaré un vestido con los hombros descubiertos! —Hablo contenta sin notar como alguien escuchaba aquella conversación-.

Sunrise | Las joyas de la princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora