Capítulo 2.

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Lan Zhan y Wei Ying estuvieron muy ocupadas los días siguientes leyendo libros de magia antiguos para poder resolver el problema de las calabazas. No pidieron ayuda a sus superiores porque ese era solamente asunto de las dos y como buenas brujas, tendrían que resolverlo ellas mismas.

Habían viajado a la casa familiar de Lan Zhan para poder leer en su gran biblioteca. Los Lan poseían la mayor colección de libros antiguos sobre magia, hechizos y posiones así como unos cuantos más de distintos temas en los cuales ellas aún no estaban clasificadas para leer. Aún eran estudiantes —pese a haberse graduado ya— puesto que necesitaban especializarse en algo, así que habían ciertas cosas para las que aún no estaban preparadas, ni siquiera Lan Zhan. Pero eso no era impedimento para poder buscar alguna poción que ayudase a la cosecha casi muerta de Wei Ying.

Además, también planeaban el como Wang LingJiao tendría que pagar por su cometido y esa era la parte divertida del asunto.

—Lan Zhan, ¿de verdad crees que podamos encontrar algo aquí? —preguntó una exasperada Wei Ying al ver la extensa pila de libros que aún les faltaba por leer.

—Mn, aquí tiene que haber algo. —contestó segura.

Wei Ying hizo un mohín.

—Son muchos libros. —lloriqueó la ojigris.

—Tienes que seguir aprendiendo Wei Ying y para eso tienes que leer mucho, no te quejes. —la reprendió Lan Zhan con una mirada un poco severa.

—Lo sé, lo sé. —contestó la joven tomando otro libro más de la pila.

Era obvio que no leerían todos los libros puesto que jamás terminarían, Lan Zhan sólo había seleccionado los que hablaban del cuidado de las plantas, cosechas y demás relacionados al tema.

—¿Y qué es lo qué haremos con Wang LingJiao? —preguntó después de leer el primer párrafo.

—De eso nos encargaremos después, primero tenemos que salvar la cosecha. —aclaró la pelinegra.

La ojigris sonrió.

—¿Te he dicho ya que me encanta lo determinada que eres? —cuestionó.

Lan Zhan despegó sus dorados ojos del libro que leía para mirar a su amiga. Estaba más que acostumbrada a los elogios de ésta, pero aún así nunca dejaba de sorprenderse —ni de sonrojarse— cuando Wei Ying le decía algún halago. Su linda, dulce y traviesa Wei Ying con su radiante sonrisa y su hermosa ternura que hacían que su corazón latiese más rápido. Amaba a Wei Ying, amaba todo de la joven bruja, desde su negro cabello ébano hasta la piel de porcelana y el seductor lunar cerca de su labio inferior; un lunar que se moría por morder durante el beso. ¿Cuántas veces había fantaseado con declararle su amor? Ya había perdido la cuenta y aún así no tenía el valor suficiente para hacerlo porque temía perderla al sincerarse con ella. Sería el fin para Lan Zhan sí Wei Ying la odiara, sí sintiese asco por ella por tener ese tipo de sentimientos.

Y es que una vida sin Wei Ying no sería vida.

Había considerado fervientemente en utilizar alguna poción de amor para facilitarle el trabajo, pero Wei Ying descendía de dos poderosas brujas las cuales eran inmunes a muchas cosas y una ridícula poción de amor no haría ningún efecto en ellas ni en su descendencia, era por eso que Lan Zhan tuvo que deshechar la idea rápidamente. Además, quería que Wei Ying la amase naturalmente y no con ayuda de algo porque sabía que entonces no serían sentimientos reales, sino creados a partir de la magia.

—Concentrate, Wei Ying. —dijo Lan Zhan volviendo su mirada al libro.

—¿Cómo podría concentrarme teniendo una belleza delante mío? —preguntó riendo con esa risa cantarina suya.

Spooky Time [WangXian WLW]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora