-Muchas felicidades, me alergra mucho la noticia. Bueno voy a seguir con las compras, hasta luego.- Respondí amablemente, sonreí y me fui rápido.
Corrí directamente al sector herramientas, nunca hay gente en esas góndolas. Me senté en el suelo y lloré, lloré tanto como pude, necesitaba desahogarme, desatar el nudo que tenía en la garganta. Mentí. ¿Me alegra mucho?. No me alegra nada, todo lo contrario, me destrozó el corazón cada palabra que salió de su boca. Dentro de mí todavía existía una pequeña gota de esperanza, él iba a volver a explicarme porqué desapareció así, fue todo un mal entendido en realidad me ama y vamos a ser felices juntos. Pero ya nada de eso podía pasar, todo era fruto de mi imaginación, el jamás iba a volver, había formado una familia y sólo se divirtió un rato ilusionando a una nenita.Me limpié la cara y busqué a mi mamá, sentí que había estado ahí sentada por horas pero fueron a penas cinco minutos.
-Ahí estás Sam te estaba buscando, ya terminé con mi lista vamos a pagar ¿O te falta algo todavía?.-
-No ma, ya agarré todo, vamos.-
Pagamos y salimos. Caminabamos sin decir nada ninguna de las dos, yo no quería hablar y ella no sabía como empezar la conversación. La conozco, estaba desesperada por hablar del tema y hacerme mil y un preguntas. Llegamos a casa, dejé las bolsas en la mesa y me dirigí hacia la escalera con intenciones de irme a acostar.
-Sam, parecías sorprendida cuando te dije lo que Jessy me estaba contando. ¿No lo sabías ya?. ¿Derek no te lo contó?.
-No mamá, no sabía.- Se me empezó a formar ese nudo en la garganta otra vez.
-Pero los amigos se cuentan cosas como esas. ¿Por qué no te lo contaría?.-
-No sé.-
-¿Y Saly?.-
-No sé.-
-Bueno, voy a preparar la cena, te aviso cuando esté lista.-
-No tengo hambre gracias, voy a dormir mañana tengo examen.-
Subí las escaleras, las lagrimas cayendo por mi cara, cerré la puerta de mi habitación y me acosté. Empecé a recordar, tratando de entender cuando fue que pasó todo exactamente. ¿Era tan obvio? Ahora comprendo, siempre estuvo ahí, frente a mis ojos. Pero.. ¿Cómo le explicaba a mi mamá todo lo que pasó?.
*3 años antes*
-Dejá de mirarlo Sam, se va a dar cuenta.-
-Qué?. Basta, no estoy mirando a nadie.-
-Si claro, que gracioso que pienses que podes mentirme, justo a mi.-
-Bueno, yo no usaria la palabra 'mentirme'.-
-Vamos de nuevo con eso, 'ocultar' y 'mentir' es lo mismo.-
-No, no me hagas sacar el diccionario.-
-Con mucha elegancia evadiste el tema principal de ésta conversación amiga mia.-
-¡Adentro, ya!. Vamos, rápido va a empezar la próxima clase y no voy a entrar tarde por tu culpa de nuevo.-
-No podes echarme la culpa, no soy yo la enamorada que sale de la escuela en todos los recreos para podér espiar a su amor.-
-Nunca te pedí que me acompañes.-
-¡Lo sabía! Seguís enamorada de Derek.-
-Ay no, estás completamente loca, lo confirmo.-
-Samantha somos mejores amigas desde que tengo memoria, sé que mentís cuando decís que ya te olvidaste de eso. Todavía te brillan los ojos cuando lo ves. Además, no lo negaste.-
-Fue un.. un capricho de adolescente, nada más.-
-Un amor prohibido, un amor platónico.- Ríe a carcajadas.
-¿Te vas a reír de eso toda la vida?.-
-Obvio.
Una voz masculina interrumpe nuestra conversación.
-Smith. Robins. Adentro ya mismo, la clase empezó hace 10 minutos.-
-Disculpe profesor es que a Samantha le bajó la presión.-
-¿Por qué mentís con eso?.- Le susurré en el oído.
-Robins al salón. Smith a la enfermería.-
-No gracias profe, me siento mucho mejor.-
Corrimos al salón y como siempre nos pasaba en ésta clase la hora voló. Sonó el timbre y salimos, ibamos a pasar el fin de semana juntas en casa como de costumbre. En la puerta estaba mi mamá esperandonos.
-Compré pochoclos y golosinas para su noche de películas.- Nos dijo levantando la bolsa que llevaba en la mano.
-Gracias ma.- Le dí un beso.
-Gracias, siempre tan atenta, sabes que adoro los pochoclos pero no tanto como a vos.- Abraza a mi mamá.
-Siempre tan cariñosa mi Saly. Vamos chicas, antes de ir a casa hay que pasar por el super a comprar unas gaseosas.-
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El responsable de mis latidos.
Romance¿Alguna vez sentiste que tu corazón pertenecía a alguien más? ¿Qué los latidos dependían de otra persona y que sin ella tu corazón no funcionaba correctamente? Su presencia lejana bastaba para que yo sintiera los latidos de mi corazón, latía tan fu...