No seas tan cruel conmigo, cariño todavía era una niña, no tuve la oportunidad de sentir al mundo a mi alrededor.
🌼Gustavo se había encargado minuciosamente de entregar a cada amigo de la familia que realmente ayudó en la búsqueda de su pequeña hija, no eran muchas personas pero el se sentía demasiado agradecido hacia ellos, era la primera vez que Gerald les dejaba festejar su cumpleaños ya que se sentía demasiado triste o miserable para hacerlo.
Aunque para Gustavo oh Galilea no pasaba desapercibido el estado de ánimo de su hija y mucho menos que en las cenas de sus cumpleaños platicaba de vez en cuando como los festejaba, los ojos se le iluminaban y sonreía al recordar el pastel tan delicioso que compartía con su amiga oh los regalos tan torpemente envueltos por nach, oh la mirada de Rami que le regalaba, tal vez eran celos oh miedo, pero Bruno sabía como manipular sus recuerdos y poder cambiar de conversación y que girará a la imagen que siempre quería dar, un hombre de familia.
Así que pensaron que era una buena idea el invitar de sorpresa a sus amigos y a la segunda familia que la vio crecer, para Gustavo no fue difícil dar con ellos, puesto que su mejor amiga también fue su familia, así que decido enviar a hacer un ramo de doce gerberas y doce lirios adornados perfectamente colocados haciendo resaltar una rosa tan hermosa y bella, una perfecta peonía italiana y se las envío junto a una invitación y una carta de agradecimiento.
Señor Malek:
La siguiente carta es para agradecerle todos estos años en los que cuido de mi hija, en los que velo por sus sueños y la acogió en su familia. Es para mí muy gratificante que a pesar de los malos momentos de su vida siempre estuvieron presentes para ayudarla y darle ese brillo de guía.
Lo espero fervientemente en la fiesta de cumpleaños de mi hija Gerald.
Con cariño la familia Pacciani Keeling Di' Olenka.
Sasha quién había recibido el arreglo floral, se sentía ofendida, molesta y triste.
Tenía muchos sentimientos encontrados, le dolía el estómago pero también el corazón. Quería contactar a Gerald y abrazarla pero también abofetearla.
Escucho la puerta de la casa abrirse y secándose muy rápido los ojos guardando el sobre agarro el arreglo y camino con él.
-Quién diría que la junta no sería tan larga.-Dijo Rami mientras entraba a la cocina encontrándose con su hija.-Parece que vamos a cambiar algunas cosas en administración.
Sasha le sonrió a su papá y lo observó sentarse en un banco alto frente a la barra, se desabotono el saco y se lo quito, sacó su teléfono y comenzó a deslizar su dedo sobre la pantalla poniéndose al día, borrando correos y respondiendo mensajes.
-Papá.-Las palabras de Sasha eran pesadas, no sabía cómo manejar la situación. Pero tarde oh temprano lo sabría.-Llegó una invitación de Gerald.
Rami dejó de teclear y se quedó estático por unos cuantos segundos, sintió como si le hubieran empapado en agua fría. Si su hija se hubiera dado tal vez hubiera notado que se le había aperlado sudor en la frente.
-¿Y de que es?.
Se repuso al instante, a pesar de que sus manos le temblaban y el corazón se le salía de la emoción.
-Su cumple años.-Y le dio la tarjeta.-Llegó también con esto.
Rami observó el arreglo y leyó la invitación, su estado de ánimo mejoró cuando la terminó de leer. Había encontrado una tarjeta similar en casa de kate un poco más formal y sin arreglo.
-Ya la había leído, Kate me la mostró cuando llegó de la oficina. No le tomé mucha importancia, ya vez que ella está un poco involucrada es su familia.
Sasha se alivio y se sirvió un poco de agua para calmarse.
-No pienso ir.
-Deberías, lo que pasó entre ella y yo no debería ser impedimento para que hagas las paces con ella. Tengo entendido que a echo varias cosas a tu nombre.
Sasha tomó asiento frente a Rami y jugueteo con la invitación un poco, para después mirar a su padre a los ojos con el rostro confundido.
-¿Como es que sabes tanto?
Rami se aclaró la garganta y le tomó la mano.
-Ya te lo dije, Kate y su familia tienen un poco de comunicación. Además, de vez en cuando hablo con Robert y en ocasiones ella sale a relucir en la conversación.-Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Rami y a Sasha se le encogió el corazón.-No sé mucho de ella, sólo que se caso y tuvo una hija. Creo que tiene una casa hogar oh algo así, deberías llamarla y charlar. Como cuando eras adolescentes. Como cuando eran las mejores amigas.
Esas palabras le hacían eco en su cabeza, desde la última vez que la vio en aquel café jamás le volvió a llamar, ni si quiera se inmutó en buscarla.
Había sido la edad oh el remordimiento que sentía pero sintió la sensación de verla y platicar.
-Supongo que si, pero debería de tener que sacar una cita antes. No es tan fácil contactarla ya no es como antes.
Rami le regalo una sonrisa, levantó su teléfono y llamó a su esposa, cruzaron unas cuantas palabras y le dio el número de su secretaria y de Bruno.
-Aquí tienes.-Le dijo Rami enviándole por mensaje los numero telefónicos.- Parece que es muy quisquillosa con su seguridad, pero algo es algo.
Sasha le sonrió a su padre y guardo los números para después llamar y acordar una cita. Pero algo le hizo ruido por dentro y no sé quedaría con la duda.
-Papá...-Titubeó.-Porque si puedes tener su información así de rápido...¿No la llamas? Ya sabes... Sí quiera para pedir disculpas.
Rami bajo del banco y una aura de hostilidad se sintió de golpe.
-Porque me metería en demasiados problemas. Además. - Le mostró su anillo.-Soy casado.
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Í D I L I C O.
FanficMe he tomado también tu taza de café. Ya casi no tengo azúcar pero me acordé que a ti te gusta amargo. Sabe muy feo, como esta soledad. Cómo este estar deseándote a todas horas...