Capítulo 69: Cambios familiares

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"Maldita sea, mi cabeza... Creo que bebí demasiado anoche... Anko se quejó para sí misma mientras caminaba por las calles de Kirigakure.

Después de llegar a Kirigakure, el jōnin de Konoha asistió a una ceremonia para celebrar la introducción de Kahyō a los Siete Espadachines en Kirigakure. Todos los miembros estuvieron presentes para celebrar y todos salieron a buscar bebidas para celebrar. El recuerdo de Anko comenzó a volverse borroso después de su séptima botella de sake y su recuerdo de la noche anterior después de eso se detiene después de su undécima botella. Lo único que recordaba era despertarse en el departamento de Zabuza, donde ya había arreglado dormir, con una resaca enorme.

' Estoy sorprendido de haber logrado llegar a casa anoche, para ser honesto... mierda'. Ella sacudió su cabeza. Sin embargo, a pesar de su resaca, sintió que se le formaba una sonrisa en los labios. 'Aún así, vale la pena.'

Anko procedió a caminar por las calles de Kirigakure. Mientras caminaba por las calles, tomó nota de todos los ciudadanos alegres, tanto shinobi como no shinobi, que simplemente disfrutaban de la vida. La ciudad parecía llena de vida, con los aldeanos vendiendo pescado fresco en los mercados y los niños simplemente corriendo, jugando en los diversos estanques alrededor del pueblo y en las calles del pueblo.

Parecía tan diferente del pueblo que ella ayudó a invadir hace más de dos años y medio. Kirigakure, por primera vez en más de una década, estaba en paz. Fue una vista que le trajo gran alegría.

El jōnin procedió a caminar por el pueblo hasta que llegó a su destino: la oficina del Mizukage. Ella procedió a caminar y tomó asiento. Sentada en el escritorio en el centro de la habitación estaba la Godaime Mizukage, Terumi Mei. De pie a su lado había un shinobi con una máscara de 'Hunter Shinobi'.

"Encantado de verte hoy, Anko. Confío en que lo de anoche haya sido lleno de acontecimientos para ti". Mei comentó con una sonrisa juguetona.

"En realidad no lo fue, y esa es la mejor parte". Anko respondió, devolviéndole la sonrisa. "¡Las mejores noches son las que no puedes recordar!"

"Puedo dar fe de ello." La Mizukage se rió entre dientes mientras giraba la cabeza hacia el shinobi a su derecha. "¿No estás de acuerdo?"

"No necesariamente." El shinobi respondió. "Nunca he sido un gran bebedor. Lo sabes".

Mei frunció el ceño en respuesta: "Siempre has sido aburrido salir contigo". Una sonrisa juguetona se desarrolló en sus labios. "Sin embargo, es mucho más divertido estar solo en casa, Yagura-kun".

Procedió a mirar hacia abajo; a pesar de su máscara, Anko podía decir que se estaba sonrojando.

"¿Seguro que es la mejor idea referirse a él de esa manera, Mei?" Cuestionó Anko. "Nadie puede escuchar esta conversación".

"Nadie puede oír. Te lo puedo asegurar". Yagura habló, cruzando los brazos. "Obviamente responderé a 'Kamui', pero preferiría simplemente usar mi nombre siempre que sea posible. Como ya sabes la verdad detrás del incidente, preferiría que simplemente me llamen Yagura".

"Me parece bien." Anko notó con un movimiento de cabeza. Luego dirigió su atención al Mizukage. "De todos modos, realmente no tengo mucho que decirte o informarte, Mei. Solo quería saber si tenías algo que necesitabas que hiciera antes de regresar a Konoha. ¿Tienes alguna misión que necesites que haga mientras '¿estoy aquí?"

Mei juntó las manos mientras cerraba los ojos. Los volvió a abrir y asintió con la cabeza hacia el jōnin.

"Tengo una misión, pero está de camino a Konoha, así que primero puedes pasar por tu pueblo. No te pido que vuelvas para informar al respecto. Enviar un mensaje debería ser suficiente". Mei dijo mientras alcanzaba un pergamino. "Es simplemente una misión visitar a Taki, entregarle un pergamino al líder de su aldea, Shibuki, y darme una actualización sobre su jinchūriki".

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