El hombre de mi vida

Capitulo 33

Narra Erick
Cuando vi a mi polola llorar de la emoción sentí que que todo el esfuerzo había valido la pena, verla sonreír me reiniciaba la vida.
Después de los abrazos, besos y palabras bonitas llegó su hermano a la pieza.

–Parece que que ya no vamos a ver la película.–sonrió burlesco apoyado en el marco de la puerta.

–Tu sabias?.– preguntó la fio.

–Obvio que sabía por eso te saqué a dar una vuelta.–habló agrandado.

–Tuve muchos cómplices.–me reí.

–Ya yo me voy para mi pieza.–caminó a la puerta.–No metan mucho ruido porfa.–salió riendo.

–¿Quienes fueron tus cómplices?.–preguntó interesada.

–Ven.–me tire a su cama y le estire los brazos.

–Pero desarmaste todo y no alcancé a sacarle una foto pesado.–Cruzó sus brazos a la altura de su pecho y me miró enojada.

–Aaay amor no importa eso.–rodé los ojos.–Ven a acostarte conmigo.–hice un puchero.

–Ya pero cuéntame po.–se acostó boca abajo encima de mi.

–Te acuerdas ese día que te dije que había ido a comprar materiales para un trabajo con la Isidora y la Camila?.–pregunté metiendo mis manos bajo su polera para hacerle cariño en la espalda.

–Si pero que tienen que ver ellas en esto?.–preguntó frunciendo las cejas.

–Es que te mentí.–me miro con los ojos entrecerrados.–No fuimos a comprar materiales, fuimos a comprar todas estas cosas.–apunté al rededor de nosotros.

–Y porque fuiste con ellas?.–se bajo de encima mío para sentarse a mi lado.

–Porque son mis amigas po amor.–me encogí de hombros.–Aparte que ellas se ofrecieron y si le decía a tus amigas que me ayudaran estoy seguro que te contarían.

–Aaay si tienes razón.–me abrazó.–Solo por eso te voy a perdonar que me hayas mentido.–Nunca más ya?.–me dió un besito.

–Te lo prometo.–le sonreí y la bese otra vez.

Conversamos un rato más y decidimos ver una película, así que nos acomodamos con todo lo que teníamos para comer en medio de nosotros y ella eligió a dos metros de ti.

La película casi estaba terminando y la fio estaba llorando así que le puse pausa y la abracé.

–No llores mi amor.–tome su cara con mis manos,le limpie las lagrimas con mis pulgares y bese su frente.

–Es que me da pena po.–rió despacio.

–Ya veamos otra cosa entonces no me gusta verte llorar.–hice un puchero.

–Bueno, te vas a quedar?.–me miro con sus ojitos brillantes.

–Quieres que me quede?.–pregunté bromeando.

–Solo si tú quieres, porque si no quieres yo tampoco quiero que te quedes.–se encogió de hombros restándole importancia.

–Si me voy a quedar amor.–respondí riendo.

–Pesado.–me empujó y se paró de la cama.

–¿Donde vas?.–fruncí las cejas.

–Al baño.–salió de la pieza.