a time ★ | au kooktae |

21 •́⁠ ⁠ ⁠‿⁠ ⁠,⁠•̀

El timbre comenzó a ser tocado con insistencia, entonces Taehyung se levantó con prisa hacia la puerta de su hogar, deseando que el timbre que sonaba dejara de hacerlo, pues le estaba molestando hasta las bolas. Para hacer su dolor más miserable, se mareo al instante que se levantó de su cómoda cama.

Se tocó la frente y chisto.

—Ya va... Ya va, hombre.

Abriéndola se encontró con un azabache que traía una bolsa de plástico en manos, y automáticamente le sonrió al verlo, olvidando su dolor de cabeza y las ganas que tenía de insultar al que insistía que le abrieran la puerta.

—Hola, Taehyung —le sonrió—. ¿Puedo pasar?

—Ah. Sí, claro, pasa.

Cuando Jungkook ingresó, acarició a Yeontan que saltó hacia él, luego cuando Taehyung cerró la puerta y se volvió a él, le dio un beso en la mejilla que sonrojo sus mejillas ante la sorpresa de ello.

—¿Cómo estás? ¿Mejor? —cuestionó el azabache, refiriéndose a su dolor de cabeza.

Taehyung negó lentamente con un puchero.

—Vaya mierda de pastillas, no me han hecho efecto —dijo enfurruñado, recibiendo una risita del contrario.

—Mira, traje esto para hacerte de almorzar o comer —alzó la bolsa que traía en manos—, ¿Ya has almorzado? —le preguntó al castaño y este negó lentamente—. Me lo imaginé. ¿Qué te parece si mientras tú descansas, yo te preparo de comer?, ¿si?

Los ojitos de Taehyung brillaron, encantado por la idea y por el hombre frente a él. Fue así que su corazón se sintió chiquito ante la atención brindada por el menor.

—Dios, Kook. Eres un amor, claro que me parece bien —dijo acercándose al azabache, abrazando su cuello y sintió como la mano del contrario se posaba en su espalda baja—. Dije que haría algo de trabajo, pero no tengo ganas de hacer nada —Se separó un poco del azabache y formó un bonito puchero.

A Jungkook le fue imposible pasar por alto esa acción, deteniendo su mirada en esos labios abultados que le daban tanta ansias de besarlos o tocarlos.

Taehyung notó que el azabache no podía despegar su vista de sus labios, así que los lamió lentamente. Solo para provocarlo un poquito y soltó una pequeña risita al ver el ceño fruncido del menor en clara frustración, quizá peleando consigo mismo en si besarlo o no.

—Tengo hambre, Kook —soltó de la nada el castaño, interrumpiendo el debate mental de Jeon.

—Ah. La comida —Cayó en cuenta de que debía preparar el almuerzo para ambos, y mientras acariciaba la espalda baja del mayor, suspiró desanimado de pronto al ser conciente de algo.

El mayor fue espectador del cambio de ánimo de Jungkook, mirando como se iba directo a la cocina dejándolo en medio del recibidor y la sala. Frunció el ceño y lo siguió, el azabache comenzando a sacar lo que trajo manteniéndose cabizbajo.

Taehyung se cuestionó: ¿qué pudo haber causado el repentino desánimo del menor?, sintiéndose algo incómodo al verlo así.

—Tae —lo llamó el azabache. El mencionado levantó la mirada—. ¿Me dejas pasar a tu baño?

—Oh, sí —asintió—. Es la segunda puerta del pasillo.

Jungkook asintió, caminando hacia donde el castaño le indicó.

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