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Apenas y hace una hora habían llegado a esa ciudad singularmente bella por lo especial que era para ambos muchachos que venían en el auto, poco a poco se acercaban al final de la travesía de su destino.

Taehyung se sentía algo ansioso y podría decirse nervioso, si bien tenía las posibilidades de venir a su ciudad natal, no lo hacía con mucha frecuencia, entonces el estar en Daegu nuevamente con el propósito de llegar a su casa donde se crío y pasar su cumpleaños con su mamá y hermanos le hacía sentir varias emociones a la vez.

La emoción también surgía en él al ver que faltaban unas vueltas para llegar a casa de su madre, así que cuando no había más recorrido que hacer y el auto se detuvo, su corazón palpito demostrando la felicidad que sentía.

Jungkook por su parte podía estar igual o peor que él, pues vería a su exsuegra, que de exsuegra ya no tenía mucho porque si todo salía bien la volvería a llamar suegra.

—¿Bajamos? —cuestionó el azabache, luego de quitar las llaves del auto, le dedicó una sonrisa a Taehyung y este se la devolvió asintiendo, después ambos bajaron del auto y se dirigieron atrás de este para sacar sus equipajes.

Luego se encontraban tocando el timbre de la bella casa donde Taehyung vivió muchos años, esperando a que los recibiera la hermosa madre del castaño; sin embargo, su hermano SeokJin fue el que abrió la puerta. Quién se mostró con una gran sonrisa en cuestión de segundos al ver a su hermano menor.

—¡Tae!

Ambos chicos se saludaron en un fuerte abrazo, demostrándose ese amor que había en su relación de hermandad, que, si bien solían molestarse con frecuencia entre ellos, se querían mucho.

Se alejaron un poco y detrás del alto hombre apareció una mujer demasiado bella, castaña, y alta, fácil les llegaba a los hombros considerando que Taehyung y su hermano medían más de un metro setenta.

—SeokJin, ¿Quién era? —cuestionó, pero al ver a Jungkook parado mirándola, inmediatamente se puso al lado de su hijo mayor para ver a su hijo menor, al que consideraba aún su bebé—. ¡Taehyungie! —chilló e hizo a un lado a su hijo en un movimiento algo tosco, para abrazar al castaño que la miraba con adoración. SeokJin le frunció el ceño fingiendo molestia ante el acto.

—¡Mamá! —el castaño se lanzó a los brazos de su madre quién lo cogió en un cálido abrazo maternal, tomando sus mejillas para besarlas—. ¡Oh, mamá! ¡No hagas eso! —Se quejó con una mueca divertida en su rostro.

—Cállate, pequeño baboso, que no te he visto en más de un año. Casi te olvidas de que tienes madre —dijo, propinándole un pequeño zape en medio del abrazo, oyendo la queja de su hijo.

—¿Por qué hay tanto escandalo aquí afuera? ¿Acaso un actor de k-dramas esta en nuestra casa? —dijo una voz masculina, acercándose a las personas que aún estaban en la entrada de la casa.

—Taehyung al fin recordó que tiene familia y vino a vernos —expresó SeokJin, cruzándose de brazos, burlón.

—¿Taehyung? —Frunció el ceño el chico.

—Nuestro hermano, Hoseok.

—¡Ah, Taehyung! —Hoseok llevó su mirada hacia su hermano que lo miraba también—. Es que como casi no tenemos contacto con él, no lo recordaba. Hola, hermanito —saludó con una bella sonrisa y Taehyung rodó los ojos—. Y hola, Jungkook.

Todos los Kim presentes inmediatamente miraron a Jeon quién no había querido interrumpir la escena, por ello se sonrojó avergonzado al tener todas las miradas sobre él.

—¡Oh, Jungkook! —exclamó la mujer, algo apenada también, soltó a su hijo, digamos soltó porque prácticamente lo aventó y empujo sin brusquedad para abrazar al azabache. SeokJin y Hoseok comenzaron a reír y burlarse de su hermano menor, quién se cruzó de brazos asesinándolos con la mirada—. Disculpa, cariño, por no saludarte, había olvidado que estabas aquí también —Se alejó de Jeon y lo tomó de los brazos para mirarlo e inspeccionarlo, asombrándose con el cambio del muchacho.

a time ★ | au kooktae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora