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Era la salida a Hogsmeade y Maxine había pensado seriamente en quedarse en su cama, pero Augustine la obligó a levantarse y vestirse.

Pantalón, un suéter, bufanda y guantes.

Al dirigirse a la salida pudo ver George esperándola, él solo con verla sonrió.

—Lo prometido es deuda, te dije que te esperaría. Incluso creí que tu enojo haría que no aparecieras.

—No estoy enojada.

—Está bien, nos vamos —dijo ofreciéndole su mano, pero Maxine se cruzó de brazos para no aceptar la mano de George, aunque por dentro su corazón se hacía pequeño.

—Deberíamos ir a Honeyducks —dijo Maxine —estoy preparando el regalo de navidad para Harry.

—Acepto, pero después pasamos a Zonkos, le debo devolver una broma a Fred.

—¿Qué te hizo? Pensé que entre ustedes no se hacían bromas.

Mientras George le explicaba a Max lo que Fred le había hecho ella se fue soltando hasta que dejó sus brazos a sus lados. Ella estaba pendiente en lo que su acompañante contaba.

—No suelo devolverle las bromas, es como una pérdida de tiempo, pero esta vez se lo merece.

Maxine le lanzó una sonrisa a George y él se acercó lo suficiente como para tomar su mano, esta vez ella no se alejó.

Cuando llegaron a la tienda de dulces Max fue de inmediato a la sección de las ranas de chocolate y George fue a otra parte de la tienda.

Sacó más de una docena de ranas y se dirigió al mostrador a pagarlas, las guardó en su mochila y fue donde estaba George.

—¿Estás corto en dinero?

—No, sólo no estaba seguro si comprarlo.

—Te puedo prestar dinero si es que quieres.

—No, tranquila, como dije no estaba seguro si comprarlo. Le haré una broma casera a Fred, ¿gustarías en ir a las tres escobas conmigo? —preguntó con una reverencia.

Maxine solo río y le ofreció su mano que él aceptó gustoso.

—Entonces antes de que Harry entrara a Hogwarts no lo conocías.

—Solo lo había visto en fotos —respondió Max— pero nos conocimos cuando Hagrid lo acompañó a comprar sus materiales, estaba tan feliz de tener más familia.

—Debió ser difícil crecer sin él, si hubiese crecido sin Ginny, no se que haría.

Los dos se quedaron en silencio un rato, Maxine quería disfrutar del momento, era lindo pensar que eso se podría repetir.

—Max.

Ella estaba mirando a su cerveza de mantequilla, cuando levantó la vista vio a George con un bigote de espuma.

—Tienes algo en tu cara —dijo riendo.

—¿Aquí? —preguntó tocando su mejilla y Max negó— Ya sé, en mi frente.

Sin parar de reír Max tomó una servilleta y le limpió la cara.

—Ahora sí.

sweet notes ─── george weasley ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora