La horrible verdad- Parte I

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La lengua de Apo siguió bajando más y más, hasta que su nariz quedó enterrada en mi vello púbico. Temblé mientras hundía mis manos en su suave cabellera para animarlo a seguir. La pequeña traviesa asomó de sus labios y lamió suavemente la punta de mi pene. Todos los pensamientos volaron de mi mente mientras cerraba los ojos disfrutando las sensaciones que este hombre provocaba en mi cuerpo

- Maldición Po...eso se siente tan bien- gemía sin control

Apo sonrió mientras comenzaba un lento vaivén subiendo y bajando hasta que no pude soportar más ese juego y cerré los dedos contra su cabello haciendo fuerza. Mi cuerpo sudaba, mis músculos se contraían por la expectativa, mis ojos buscaban cerrarse pero deseaba tanto ver cada detalle de lo que me hacía que me esforzaba en mantenerlos abiertos

- Deja de jugar Po- imploré desesperado mientras que con el dedo pulgar limpiaba  un poco de saliva que se escurría de sus labios y la traía a los míos chupando lentamente.

Esa acción incendió sus ojos de hechicero. El maldito volvió a sonreír mientras fijaba su mirada en la mía y aceleró el ritmo mamando profundamente hasta golpear su garganta, los gemidos se hicieron más fuertes transformándose en gritos, entonces...

- Maldición- Mile  despertó ante un sonido extraño pero conocido que había logrado interrumpir el sueño que estaba teniendo.

El celular dejó de sonar cuando empezaba a levantarse para tomarlo. Suspiró. Últimamente los malditos recuerdos volvían con más frecuencia que nunca, ahora también lo acompañaban por las noches. Miró hacia abajo y como era una costumbre desde hacía varios días una erección lo saludaba.

Revisó el teléfono. Era Pond, ya lo llamaría luego. Fue al baño a ducharse y despejar su acalorado cuerpo. Tenía que terminar de hacer las maletas para viajar a Kalasin, su familia lo esperaba por la noche.

Las últimas  semanas habían sido terribles. Había pospuesto su marcha por si Apo necesitaba hablar o que lo llevara al aeropuerto. Pero éste nunca se comunicó. Es más, lo seguía ignorando haciendo cada vez más profundo el hoyo en su pecho.

Después de la última conversación Apo no había vuelto a contestar ninguna llamada y los pocos mensajes eran tan cortos, secos, tan impropios de él. Las palabras de aliento y amor, habían desaparecido. Las bromas y las risas, también. Po era la sombra del hombre que había conocido. Tenía ganas de golpear a Bible una y otra vez. Jamás pensó ver a  Po de esa manera.

Recordaba haber visto hace días en redes sociales fotos de Apo solo, sentado, esperando el vuelo, su apariencia seguía siendo hermosa pero su andar era tan distinto al de antes. Pensó que el maldito de Bible lo acompañaría, si hubiese sabido que estaba solo habría estado ahí con él aunque no quisiera. No entendía porque  había mentido. No entendía muchas cosas últimamente.

Luego de una ducha, mientras buscaba la ropa pensó en quien iba a decir que extrañaría tanto sus constantes llamadas, sus mensajes sugiriendo como debía vestir. La explicación de su lejanía tenía sentido, era normal sentirse mal y deprimido por una ruptura amorosa pero seguía sintiendo que había algo más que  no sabía.

Su humor volvió a agriarse al recordar la noche anterior. Se habían reunido en casa de Jeff para hacer una cena de despedida. Solo habían faltado Apo y Pond. Tong desde que había ingresado le había lanzado miradas llenas de rencor que no supo interpretar y cuando se acercó a hablar, solo se alejó ignorándolo. Cuando iba a seguirlo a la cocina, Bible y Biu llegaron.

Observó a Bible, estaba relajado, pegado a Biu. Reían y bailaban juntos. Demasiado juntos. No se separaron en ningún momento. Raro pensó. Su actitud melosa, los constantes coqueteos, las bromas de los presentes acerca de que formalizaran su relación provocó que tuviera ganas de tomar a Bible y golpearlo hasta dejarlo sin sentido.

Destrozado en mil partes - MILE APO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora