Viviendo Mi Segunda Vida

Doce

Sonreí incomodo, si no mal recordaba este niño que estaba a mi lado emocionado viendo mi colección de comics podía leer la mente, pero tratar de mantenerla en blanco o cantando alguna canción empezaba a cansarme más que nada porque mi mente no era como la de las demás personas siempre, sin perdida alguna siempre estaba trabajando al mil o al diez mil en uno tras otro plan dado la situación.

-¿Lex?- Clark hablo desde mi oficina como era su costumbre entraba sin preguntar, el pequeño niño extraviado como le habíamos puesto, al escuchar la voz de Clark paso de poner atención a los comics de edición especial a el, para que en un abrir y cerrar de ojos el niño estuviera corriendo hacia donde estaba el pelinegro mayor, fui detrás de él, no poniendo en evidencia que también me emocionaba ver a Clark, en cuanto el pelinegro estuvo al alcance del niño el menor no dudo en aventarse al aire esperando que él lo alcanzara y cargara cosa que logro sin esfuerzo alguno.

-Nos honras con tu visita- mencione mientras caminaba hacia el mini bar que había, tomando un nuevo vaso de Wiski dejando que la imagen de Clark con el pequeño se quedara en mi mente, ambos parecían hablar en susurros mientras me veían.

"Seria lindo tener una familia así"

Mierda, voltee a ver al niño el cual me miraba confundido al darse cuenta de lo que había escuchado después vio a Clark.

- ¿Dos chicos pueden estar juntos? - pregunto si algún filtro sentía que mis mejillas se sonrojaban y que los ojos de Clark se abrían de la sorpresa por la pregunta tan repentina, tosí mientras me enfocaba en mi vaso.

-Supongo que sí, mientras ambos se quieran- respondió vago buscando ayuda en mi pero no, no, yo no metería las manos al fuego con un pequeño que lee la mente.

-En fin- llame la atención de ambos -Vamos a casa de tus padres, seguramente estarán contentos de tener la alegría de un infante en casa dado que tener un adolescente casi adulto debe ser agobiante para ellos- bromee mientras pasaba a su lado sonriendo, Clark puso los ojos en blanco ante mi comentario, pero no perdió el tiempo en venir detrás de mí.

ººº ººº

-Lex- Martha me recibió con el amor que solo una madre podría note que el señor Kent estaba ahí e intentando disimular su mueca tomando un sorbo de su jugo.

- ¿No le alegra ver a Lex? - pregunto Ryan mientras tomaba una galleta de las que estaban en la mesa, Jonathan casi se ahoga y los demás nos quedamos en silencio, pude notar como el pequeño de chaqueta café parecía ver la cara de los dos adultos supongo que leyendo sus pensamientos divirtiéndose de paso con ello, negué soltando un suspiro para jalar a Clark de la manga.

-Creo que un poco de aire nos haría bien a todos- mencione recordándole el plan, mi mejor amigo parecido recordar lo que tenía que decir acercándose a su Madre tomándola de los hombros.

- ¿Qué les parece un picnic?

ººº

Lana hablaba entretenida con los dos pelinegros, mientras Clark la admiraba esta sonreía fascinada con la inteligencia del niño, intente que la sensación de dolor en mi pecho no aumentara ante el hecho de ver que se veían bastante bien los tres, como una familia real, una madre cariñosa, un padre amable, y un niño que es el reflejo de todos los valores que se le ha mostrado a base de amor, de repente mi café me sabia aun más amargo de lo que lo había hecho en otras situaciones, me levante dejando el dinero de lo que consumí decidido a mejor ir hacia la mansión después de todo parecía que ninguno de los dos me necesitaba más.

ººº

Mire a Ryan quien estaba sentado enfrente mío en la limosina, observe al que era su padre que le exigía los códigos, antes de que me secuestraran casualmente había estado en una llamada con Clark así que solo era cuestión de tiempo para ser rescatados ahora solamente tenía que ponerlo a salvo.

"Dale lo que quire"

El niño abrió sus ojos sorprendido o asustado al darse cuenta que sabía sobre su poder miro a su padre con duda para darle un código falso, eso no es lo que quería que pasara, mordí mi labio en cuanto vi que este enojado al escuchar la negativa de parte de la computadora iba a golpear al chico.

- ¡Yo te la diré, no lo toques! - llame su atención al momento que el carro frenaba de golpee, justo a tiempo Héroe.

El señor salió de la limosina amenazándonos que si nos movíamos ambos estaríamos muertos, después escuchamos los balazos no tenia de que preocuparme si no mal recordaba ninguno de esos idiotas tenían algún pedazo del meteoro, abrí la puerta que daba a lado contrario por el cual había salido el padre del niño, tome la mano a Ryan para salir corriendo, oí los gritos de su padre y después nada, pero no me detuve lo que quería era ponerlo a salvo.

ººº

Todos nos encontrábamos afuera de la casa de los Kent, esperando a la tía de Ryan quien se haría cargo de él, este no quería separarse de Clark lo cual era entendible después de todo ¿Quién no se sentiría seguro con un súper chico?

-Ryan es hora- Martha se acercó hacia nosotros, Clark bajo al niño para dejar que tomara su mano, el pequeño tomo la mía también sentí la presión de su mano en la mía, miedo, miedo al abandono, entendía el sentimiento, me agache aun sin soltar su mano.

-Si llega a ser el caso, puedes venir a vivir conmigo si no te sientes cómodo con tu tía, si algo pasa llámame- comente sonriendo de lado, el niño no dejo de verme dado que aún estaba inseguro.

"También si necesitas que Clark este ahí, podemos ir a verte"

Desvió su mirada al pelinegro mayor el cual le dedico una sonrisa, soltó nuestras manos para ir hacia donde estaba Martha y tomar la suya, nos volteo a ver una vez más.

-Lex, eres bueno- menciono de la nada sorprendiéndonos a todos incluido a Jonathan quien me miro sin si quiera disimular la incredulidad.

-Clark, tu corazón está confundido pero lo que elijas te hará feliz, no temas al ser honesto- y empezó a caminar hacia su tía sin sostener la mano de nadie.

No sabía que necesitaba escuchar eso.