Maldita universidad, el escenario perfecto para comenzar.

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Lo he asumido, fue hace poco, un par de meses, asumí por fin lo que todo el mundo intuía o sospechaba. Estoy enamorada de mi mejor amigo. Llevo mucho tiempo así, solo que antes no podía aceptar esta verdad tan extraña, tan estúpidamente infantil.

Es un hecho fuerte, a veces pienso que fue un error, obviamente él no sabe nada, puede sospechar, pero es diferente tener la certeza, además no sabría como decirle el simple y a la vez complicado "te amo".

Creo que lo contaré todo, no a él, por supuesto, pero supongo que puedo desahogarme en este lugar. Contaré mi historia, como me fui enamorando poco a poco del hombre que nunca quise tener en mi vida, como poco a poco fue tomando mi corazón y mente, como cambio mi vida y mis sentimientos.

Ya han pasado cinco años desde que lo vi por primera vez, fuimos compañeros de la universidad, la carrera e institución no importa mucho, pero para ser sincera nunca me fije en él, hasta que pasó. Un profesor de la universidad nos pidió unas fotocopias y yo me ofrecí a sacarlas a un grupo de compañeros. Él se acercó para que escribiera su nombre, pero no sabía como se deletreaba, me dijo "ponlo como quieras", solo me falto una letra cuando lo escribí.

Algo tan poco relevante tenía que estar calculado, pero yo no me dí cuenta que él todo lo piensa, que todo lo calcula. Yo era una mujer ingenua, demasiado inocente, aun creía en el príncipe azul del cuento de hadas, aun tenía mi novio de la escuela, con el que quería tener hijos, aunque me cueste asumirlo ahora, yo sí quería tener hijos. Sin embargo al entrar a la universidad y conocerlo cambio completamente mi vida y destino.

Cuando le entregue las copias de los famosos textos, los cuales nunca leímos completamente, fuimos a comer. Recuerdo que eran fideos lo que comías, yo no comía nada, solo hablaba contigo. Te conté sobre la relación con mí, a estas alturas, ex novio, conociste mi historia y aun tengo grabadas en mi cabeza esas malditas palabras que salieron de tu boca, las cuales dieron vueltas en mi mente un mes y terminé mi relación de dos años. Me "tú estás con novio porque no quieres estar sola" e hiciste ese gesto tan característico, cuando dices una supuesta verdad, levantas las manos a la altura de tu pecho, con las palmas mirando a la persona que tienes al frente, cruzas los brazos manteniendo las palmas en la misma dirección y las separas nuevamente, apretando los labios. Un gesto que indica una verdad absoluta.

Desde ese día aprendí dos cosas, la primera fue que tenías razón, lo cual es una constante en nuestra relación. Segundo y lo más importante que sin conocerme me dirías lo que piensas, por ende me permitió confiar en ti para decirme sin anestesia lo que necesito escuchar o saber pero que en muchas ocasiones no quiero hacerlo. Y así ha sido durante todos estos años, me he apoyado en ti, confiado a veces más en tu criterio que en el mío. Queriendo verte y hablar de mis problemas y escuchar los tuyos. Por eso mis amigas te odia, mis amigas de toda la vida se sienten desplazadas por ti, tienen razón, solo porque no comprenden cuanto te necesito en mi vida, ya te había dicho antes, encajas perfectamente en mi vida.

Creo que se me olvido aclarar que tú también tenías una relación, una novia, llevaban 4 años juntos cuando te conocí, una mujer hermosa e inteligente, el amor de tu vida en ese momento, hasta que conocí otra faceta de ti, hasta que rompí mis esquemas.

Desde ese almuerzo nos hicimos inseparables, nos reíamos mucho, de todo el mundo, de nosotros. Intentábamos estudiar en la biblioteca y paso a pasito se fuiste acercando, entrando en mis pensamientos y sentimientos y te convertiste en lo que eres hoy para mí.


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