Tu primer acercamiento, fue algo tan pequeño pero me sentí al mismo tiempo tan bien y tan culpable. Fuimos con otras dos compañeras a leer a la biblioteca, ellas se fueron temprano y nos dejaron solos, grave error. Tal vez yo debí irme con ellas y así ahorrarme todo lo que siento ahora, sin embargo estoy segura que tú me hubieses buscado otra vez, cumplirías con tu objetivo.
En fin, esto fue lo que paso, yo estaba en un sofá recostada intentando leer, tú me mirabas de reojo y yo me cubría la cara con las hojas, estoy segura que me puse roja, sin embargo eso no se compara la nerviosismo que sentí después, cuando te sentaste a mi lado y poco a poco te acercabas a mí, hasta que finalmente apoyaste tu cabeza en mi hombro. Yo para evitar el acercamiento te tapaba la cara con el maldito texto que no me ayudo en nada, incluso te pregunte por el significado de una palabra que no entendía, y me dijiste "no sé y no me importa en estos momentos". Y ahí tapados detrás de las hojas nuestros labios por primera vez se acercaron, se tocaron en un pequeño beso, casi de película. Cuando nos separamos yo estaba roja aunque no me veía y tú tenías una sonrisa en tu rostro. Lo único que hice fue cubrir mi rostro con mis manos y vámonos, ya es tarde.
Mientras bajaba la escalera llegó la culpa, yo estaba "felizmente enamorada", aunque los dos sabíamos que no era así. Pensé que era malo lo que había pasado, que había sido infiel a la persona que supuestamente decía amar. Aunque mi pareja de ese entonces me había engañado antes nunca sentí la necesidad de vengarme. Y el beso que le di a mi amigo en ese momento, no estaba planeado pero inconscientemente sabía que si me quedaba algo pasaría, incluso tal vez quería que pasara algo.
-Te pasa algo- me preguntó mi amigo.
-me siento mal por lo que pasó, nunca lo había hecho.
-no pasó nada, tranquila- me respondió, sus palabras fueron frías pero a la vez tranquilizadoras.
Ese día no quise ver a mi ex, y debí entender que me había perdido en esos ojos cafés, en esa sonrisa escondida, en esas palabras que se aferraban a algo oculto dentro de mí, desde ese día tenía que comprender que te quedarías aferrado con uñas y diente a mi corazón.
ESTÁS LEYENDO
Otra historia de amor
RomanceNo soy la única ni la primera enamorada de su mejor amigo.