Y entonces lo vi, era una noche oscura y lluviosa donde el ruido de las gotas ocultaban mi llanto. Había llorado melancólicamente desde que vi ese horrible rostro marcado por la desesperación y la ignorancia, un rostro horrible y nauseabundo el cual solo merecía desprecio y odio.
Decidí, ahí sentada en el piso del baño en acabar con ese rostro, darle el final que merecía. Me pare y frente al espejo lo confronté, ese horrible ser que guarde bajo una máscara,que desentonaba con todos y que nadie deseaba, ese horrible rostro que solo me quería traer desgracia. No le daría lo que tanto quería, daría fin a mi sufrimiento aún que no existiera un mañana para mi. Al fin serviré de algo y libraré al mundo de su horrible existencia.
