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Para la mala suerte de la joven monja la flecha nunca llego a su objetivo pues fue parada por una oz de huesos de azúcar y regaliz. Pomegranate y Licorice estaban en la torre. Pastry cayó a una olla burbujeante llega de una sustancia viscosa, sin saber las atrocidades que le esperarían en sus pesadillas.

Custard por su lado estaba aterrado, habían tratado de matarlo, mataron a sus amigos pasteles y de no ser por la señorita de rojo y el señor de negro este podría haber sido su fin.

Antes de que Custard pudiera decir aunque sea un agradecimiento a sus salvadores, la olla donde cayó Pastry comenzó a burbujear violentamente mientras se sacudía de un lado a otro por la presión del interior, una densa niebla empezó a cubrir toda el área y nublo la visión del entorno. Las cuatro galletas se agruparon esperando cualquier cosa, cuando enfrente de ellos se formó una trágica visión. Una visión del pasado que mostrada a una inocente galleta de cabello blanco yendo a ver a sus creadores con la intriga de descubrir mas acerca de su propia existencia; Custard reconoció esa galleta como la señorita que lo trajo a este lugar, la visión paso de ser algo lindo a algo horrífico cuando se vio como las legendarias brujas, creadoras de la vida en Earthbread estaban comiendo a las galletas recién horneadas, la visión termino con la galleta de pelo blanco cayendo en el caldero de masa,  rehorneándose y alejando a las brujas de aquella casa mientras daba consuelo a los cakehounds jóvenes y a una pequeña galleta quien fue el único sobreviviente de tal suceso.

La visión era una mirada al pasado, Custard pudo notarlo por la edad de RedVelvet, Pomegranate y Red no parecían sorprendidos por la visión parecían estar tristes, nostálgicos y talvez un poco enojados. Al menos la galleta de túnica negra parecía estar tan sorprendido como él.

Cuando la visión llego a su fin, el humo se disipo mientras del gran caldero de masa derramada salía una Pastry terriblemente herida, pero aun viva. Pomegranate y Pastry parecían tener una discusión sobre lo que vieron, pero Custard solo registro todo como ruido blanco. Lo único que necesitaba saber era que esa visión era real; esa visión era completamente real...

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Esa noche Pastry abandono la torre, pero Custard ya no se sentía seguro.

Tenia miedo del futuro, miedo de cuantos más vería morir, miedo de otras galletas como Pastry, miedo del gran caldero de masa, miedo de las BRUJAS.

Si ellas regresaran no tendría lugar donde esconderse, no tendría lugar donde correr, pero sobre todo no estaría a salvo, NADIE ESTARIA A SALVO. Un ejercito casi interminable de Cakehounds no logro acabar con las brujas, solo las ahuyento, ellas regresarían y cuando lo hicieran ese sería el final del camino para todos.

Pero claro, Custard solo era un niño. El no puede plantarle cara a unos seres como las brujas, por mas que quiera ayudar a sus amigos y familiares no puede hacer nada. Custard ha estado llorando en su cuarto durante horas. RedVelvet trato de consolarlo, pero tenía que arreglar los asuntos en la torre y ver cuantos pasteles fueron heridos o asesinados, Licorice intento animarlo pero Cusatrd no lo conocía del todo bien así que no fue de mucha ayuda, incluso Pomegranate hizo un intento pero ella nunca fue la mejor con los niños.

Era una noche tranquila una noche sin nubes en el cielo, con un clima perfecto y brisa perfecta. Esta hubiera sido una noche en la que Custard le hubiera pedido a su padre quedarse despierto hasta tarde para poder jugar afuera o una noche en la que le hubiera pedido a RedVelvet que lo llevara a la parte mas alta de la torre para poder ver mejor las estrellas y buscar figuras en ellas. Pero esta noche no es así, Custard esta sentado en el suelo de su cuarto, cansado de tanto llorar mientras se pregunta que debería hacer. Hasta que se escucharon un par de golpes en la puerta.

¿Y si fuera distinto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora