⬪˖ ── ✧˚𝘀𝗽𝗲𝗹𝗹 𝗼𝗻 𝘆𝗼𝘂
❪ a hocus pocus 2 fanfic ❫
❛ Now the witch is back,
and there's hell to pay. ❜
━━━ en dónde veintinueve años después,
una nueva winchester y tres chicas deben
hacerle frente a...
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❃‧₊˚ ── : capítulo cuatro, angelica leaves
Los cuatro adolescentes se asustaron al ver a las brujas, que se suponía eran una leyenda, de pie en la entrada de la tienda, y su primer instinto fue correr hacia algún lugar dónde pudieran ocultarse de ellas. Leta y Spencer aún no entendían por completo que era lo que estaba sucediendo, pero sabían que acababan de quedar envueltos en un gran problema.
— Por fin. De vuelta a nuestra destartalada y sucia morada. Hogar dulce... — las brujas miraron a su alrededor notando que su cabaña estaba en perfectas condiciones, y remodelada, no era nada comparado a lo que recordaban.
— ¿Dónde están las telarañas? — Sarah jadeo — ¿Y mis colas de rata?
— Winnie, abrázame. Ya no huele a muerte. — lloriqueó Mary — Ahora huele a...
— Ropa de cama limpia. — respondió Gilbert, completando la oración de Mary y atrayendo la atención de las brujas hacia él — Tenemos un aparato para eso. Hola. Soy Gilbert el Grande, y soy su mayor admirador.
— Mi libro. — en cuanto esas palabras abandonaron la boca de Winifred, el libro flotó lejos de las manos de Gilbert hacia su dueña, pero cayó al suelo antes de que la bruja pudiera sostenerlo — Oh querido, ¿te han hecho daño? — Winnie lo levantó del suelo y lo acarició con suavidad, al mismo tiempo que Mary se alejaba para buscar a los adolescentes que había olfateado — Te he echado de menos. Mi precioso libro, ¿qué tal esta tu ojo?
Gilbert se quedó en silencio viendo a Winifred hablar con su libro, y a Sarah buscar su cola de rata de la suerte entre las vigas del techo.
— Winnie, mira, he encontrado a las adolescentes de 40 años. — anunció Mary al salir de la habitación dónde los cuatro se habían ocultado — Y tienen dos amigos.
— Winnie, ¿podemos matarles ya? — preguntó Sarah.
— Todo a su tiempo. Una muerte rápida sería demasiado amable. — la vista de Winnie se desvió de Becca e Izzy hacia Leta y Spencer, pensando en que haría con ellos — Toma. Sostén a mi amor. Y no lo dejes caer como lo has hecho antes. — ordenó, entregándole el libro a Sarah, y después comenzó a caminar hacia el cuarteto de adolescentes que estaba siendo retenido por Mary — ¡Arrójales al calabozo! — con su magia, Winifred abrió la puerta en el suelo que llevaba al sótano vacío de la cabaña.
