Tengo una pregunta:
Según ustedes, ¿Dónde es el mejor lugar para poder ligar?...
Exacto.
En el cumpleaños número doce de su primo.
Exacto.
— ¿Que estoy haciendo acá? — Spreen estaba sentado en una silla en la esquina más oscura del salón, estaba viendo como sus familiares eran unos alcohólicos sin piedad por la inocencia juvenil... ¿De que inocencia estaba hablando si hace rato vio a dos pubertos meterse al baño como los asquerosos que son? Ok, eso fue intenso.
— ¡AAYY MIJO, YO A TU EDAD ERA UN GALÁN DE TELENOVELA! — Grito su tío segundo en su maldita oído; "Ajá, ¿Y yo que tengo que ver con tus infidelidades hacia mi tía, concha tu madre? Ok, me calmó.
Se levantó y camino hacia su madre; estaba bailando salsa con su padre, que vergüenza, parecían un matrimonio.— Mami, Mami, Mami. — Gritaba, no se le escuchaba nada por el volumen que tenía la música.
— ¡Hola papi! ¡Ven a bailar conmigo y con tu padre! — No, gracias.
— ¡Me quiero ir!
— ¡Ay que aburrido eres!, ¡Eso no dices en las fiestas que organizan tus amigos los mariguanos!, ¡Deja bailar! — Razón no le faltaba pero igual le molestó.
Sin decir más fue y se volvió a sentar al lado de su tío. Si teléfono había muerto hacía mucho rato; ahora le tocaba sobrevivir como los de la edad de piedra, socializando. Que viva el comunismo.— ¡Hola, Spreen! — ¡Dios escucho sus plegarias!, ¡Ahí estaba! ¡Su primo favorito y con el único que compartía edad!
Se abrazaron y criticaron la fiesta de su primo.
— Pensé que no ibas a venir, carre.
— Sabía que te ibas a quedar en un rincón siendo patético, obvio tenía que venir, ¿No viste mi mensaje?
— Na, mi teléfono murió cuando inició la fiesta.
— ¡Yo traje mi cargador! — Dijo para sacar de su bolso el cargador, pero había un pequeño problema.
— Che, boludo... No tengo iPhone. — Carre lo miro con asco actuado. Iba a decir algo súper clasista pero sintió una vibración que provenía de su teléfono. Sus ojos se iluminaron.
— ¿Que pasa, Gil? ¿Te está escribiendo tu flaco?
— Deja de hablar como reggaetonero; y no, no me está escribiendo Rob, ¡Es Germán!
— ¿Quien?
— Tu solo espera aquí. ¡Está afuera! — Ok, no entendí nada.
Se fue a sentar pero a los dos segundos fue levantado por su tía.
— ¡AAYY MI CANCIÓN! — Grito y lo llevo a la pista de baile.
— ¡Tia suelte, por favor!"Quisiera cambiar mi corazón
Por otro que no te esté amando
Quisiera cambiar mi corazón
Porque el mío me está acabado
Quisiera cambiar mi corazón
Y acabar con este sufrimiento
Porque el mío es un caso perdido Está obsesionado contigo y no es correspondido
Porque el mío es un caso perdido Está obsesionado contigo, pero no es correspondido"Su tía le gritaba la canción en el oído. La letra no era mala ni tampoco el ritmo; al contrario, era bastante pegadiza, pero le rompieron el tímpano así que no podía disfrutar la música.