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"01. When all begins"






Scott ejercitaba en su cuarto cuando Emily, su hermana menor por tan solo unos minutos, entró a la habitación con un desinfectante en la mano y tenía aspecto asustadizo.

— ¿Qué sucede? — preguntó al verla.

— Escuché ruidos en mi ventana así que cerré con llave mi habitación y vine para aquí, creo que alguien quiere entrar a la casa — explicó de forma rápida y nerviosa.

Después de sus palabras se escucharon más ruidos en el tejado, respaldando lo que Emily había dicho.

Scott asintió a lo que había dicho su hermana, tomó un bate de béisbol que había en la habitación, y procuró salir.

— ¿Qué estás haciendo? — susurró la castaña alarmada.

— Iré a ver qué sucede — respondió el pelinegro.

Su hermana fue hasta quedar detrás de él y se sostuvo de su espalda, haciendo un puño con su sudadera mientras levantaba el aerosol.

— Te sigo — afirmó.

Scott asintió y juntos comenzaron a caminar. Ambos tenían miedo, parecían dos niños pequeños.

Salieron por la puerta trasera y justo cuando iban a bajar del pórtico, algo colgante apareció en su visión. Scott empezó a gritar, la ahora persona también gritaba, y Emily gritaba mientras tiraba de su aerosol tratando de darle a quien quiera que sea en los ojos; algo difícil considerando que tenía los suyos cerrados por el miedo.

— ¡Stiles! ¿Qué diablos estás haciendo? — escuchó el grito de Scott.

Al escuchar el nombre de su amigo, la chica abrió los ojos y se detuvo.

— No contestabas el teléfono. ¿Por qué tienes un bate? ¿Y que me tiraste en los ojos? me arde — se quejaba el castaño frotándose los ojos tratando de acostumbrar su visión.

— Creí que eras un depredador — se defiende Scott.

— ¿Un depredador? — cuestionó incrédulo.

Justo después de eso, de lo que estaba colgado el chico termina por ceder y cae al suelo. Emily abrió sus ojos ante la pobre caída del chico y fue a ayudarlo.

— ¿Estás bien? — pregunta mientras lo ayudaba a pararse.

— Si, gracias Emily — contestó Stiles sin darse cuenta.

El castaño recapacitó en sus palabras y giró para comprobar que no fuera una ilusión producto del golpe, pero no lo era, tenía a Emily McCall justo frente a sus ojos.

— ¡Emily! — exclamó feliz.

La chica le sonrió y solo entonces Stiles pudo darse cuenta de lo cambiada que estaba. Ahora su cabello estaba lacio y largo, muy largo, su anterior ropa holgada había cambiado para pasar a usar prendas algo más ajustadas y podía distinguir los destellos de un brillo labial que antes nunca había usado. En conclusión, Emily había madurado, tanto su cuerpo como su persona.

— Cambiaste en el verano... Tu cabello está lindo — fue lo único que atinó a decir.

Antes de que la chica pudiera responderle se escuchó un carraspeo. Los dos miraron a Scott, que los observaba de brazos cruzados.

— ¿Qué sucede? ¿Stiles? — preguntó volviendo al tema anterior.

No era normal que tu amigo intentara irrumpir en tu casa en plena noche, ni siquiera para Stiles.

— Miren, sé que es tarde, pero deben oír esto. Mi papá salió hace 20 minutos. Lo llamaron. Están llamando a todos los agentes de Beacon, y hasta a la Policía del estado — comentó emocionado.

Emily | Stiles Stilinski Donde viven las historias. Descúbrelo ahora