Jueves

06

06:40/Estación/Viernes

-Bien, así que te llamas Daniel, lindo nombre debo de decir.

-Oh, gracias, debo de decir que tu nombre también es lindo, el mejor que he podido escuchar.-Agachó su cabeza, mientras un sonrojo se iba apoderando de sus mejillas y muy posiblemente de su cara.

-No es el mejor, existen muchos nombre mejores que el mío un ejemplo es el tuyo.-Le guiño un ojo.- ¿No lo crees?

-¡Claro que no! Mi nombre puede ser lindo pero no es mejor que el tuyo Taylor.-Le corrigió.- Es obvio ¿No crees?

-No, claro que no niño, deja de decir mentiras ¿Mamá nunca te enseñó a decir la verdad?-Le dio unos leves golpecitos en su cabeza.

-No soy un niño, ya soy un adulto. Además mi mamá siempre me enseñó a decir la verdad.-Ahora era su turno de darle golpecitos.

-¿Cuántos años tienes?

-22 ¿Y tú?

-¡Ja! Soy mayor que tú, tengo 24.

-Oh, oh, ohhhh, eres un viejo.-Empezó a reír mientras el contrario se sorprendía.

-Dani tu risa es hermosa, deja de reír.-Volteó a ver a otro lado mientras intentaba quitar su rubor.- Deja de ser hermoso por un momento.

-¿¡Per-perd-dón!?

[Llego el tren, eran las siete de la mañana, hora de subirse y esperar a que llegara a sus respectivas paradas. Lo único que se pudo observar de esos dos jóvenes es que iban extremadamente sonrojados y esta vez decidieron poner un asiento de distancia entre los dos.]

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12:00/Casa de Daniel/Sábado

[Ayer había hablado con el joven que le robaba suspiros y sueños, se sentía como la persona más afortunada del mundo y ¿Cómo no? Si había hecho que se sonrojara su enamorado.]

-¡Por Júpiter! He hablado con él, espero que no sea un sueño y si lo es que nadie me levante de este.-Decía mientras miraba el techo de su habitación.- Quisiera que mamá estuviera acá para que me aconseje que hacer ahora.-Volteo la cabeza para ver una foto en su mesita de noche.- Pero no está así que haré todo lo posible para que esto sea una linda historia de romance y mamá se quede asombrada, también papá si es posible.

[Cualquiera que lo viera diría que era un jovencito flechado por una de las flechas del misterioso cupido y no estaba equivocado, estaba tan flechado que con solo pensar en él se formaba una sonrisa rara en sus labios.]

-Isaac... Isaac Taylor ¿Qué haces para generar tantas emociones en mí? ¿Será que me quieres como yo lo hago?-Dio un leve suspiro para luego tapar su rostro con sus manos.