Diario de Suga

26/12

Aún sigo en shock con todo esto, nada más me desperté, fui a la casa de Kei, no me llegó a importar que apenas eran las 8 de la mañana y que al abrirme la puerta se notaban sus ganas de cerrarmela en toda la cara, simplemente no podía esperar más.

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-Kei, quiero hablar contigo ¿puedo pasar?- pregunté con bastante seriedad, posiblemente más de la que debería pues Tsukishima parecía incluso asustado, igualmente me dejó acceder al interior de su casa sin decir ninguna palabra, al menos hasta que llegamos a su habitación.

-Creo... que ya sé de lo que quieres hablar...- comentó con algo de miedo sin llegar a mirarme a los ojos directamente.

-¿Realmente lo amas?- le cuestioné dejando caer la bomba de todo este asunto, pese a que había notado que no parecía cómodo, sin embargo, lo conozco demasiado buen y sé que nunca me lo diría a la cara porque sí o,que cuando me lo dijese, fuera demasiado tarde, lo que no me esperaba fue el silencio que vino después.

-No lo sé... es... algo extraño, sinceramente creo que sentí amor puro por él cuando éramos pequeños pero... cuando entramos aquí, al karasuno, cambió mucho como persona e hizo cosas cuestionables que me llegaron a molestar, por ejemplo que estaba perdido por Yachi y al día siguiente de que él supiera que era lesbiana, me pidió ser su pareja, una parte de mi aún lo ama pero... al mismo tiempo también lo odio y mi corazón me dice que vaya por él pero mi cerebro me dice que no sea idiota, que ya estoy demasiado herido...-

-¿Estás seguro que escuchas bien a tu corazón?-

-¿Qué quieres decir con eso?-

-Iré al grano... ¿Y Kageyama? Hace no mucho me dijiste que te gustaba ¿acaso tus sentimientos por él desaparecieron por arte de magia?- pregunté con curiosidad, pero como dice el dicho, la curiosidad mató al gato, quien esta vez fue el corazón de Kei muriendose tras escuchar esa pregunta, solo había que mirar sus ojos volverse cristalinos en un par de segundos.

-Él no está a mi alcance, yo mismo fui el que complicó todo, yo ayudé a Hinata a estar con el rey, sin pensar en mi siquiera, soy un idiota...- expresó con la poca voz que le había salido, definitivamente soy imbecil.

-No, no eres idiota, eres amable, más de lo que todos, incluido tú, piensan.-

-¿Sabes? Llevo enamorado de él incluso antes de las cartas de Hinata... pero... si los ayudé a estar juntos, fue porque quiero ver feliz a Kageyama, incluso si no es conmigo...-  confesó entre lágrimas Kei, haciendo inevitable que le diese un abrazo.

-Perdón... no debería haberme metido donde no me llaman, solo hice que te sintieras peor...-

-No tienes por qué pedir perdón Koushi, sé que no estás bien y es difícil para ti ayudar a los demás cuando apenas puedes contigo, soy yo quien debe pedir perdón, sé que no muestro señales de cariño pero quiero que sepas que te tengo mucho aprecio...- habló Tsukishima haciendo que yo también llorase y ambos acabaramos abrazados.

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Después de llorar un buen rato juntos, decidimos arreglarnos las uñas y de paso pintarlas, que nadie me pregunte como fue que Kei se pintó las uñas de rosa sin matar a nadie y por voluntad propia, definitivamente es algo que nadie se esperaría de él pero si es feliz nadie tiene derecho a decirle nada.

Y también hicimos galletas juntos, debo admitir que fue bastante divertido e incluso me pareció verlo sonreír y lo capté en pantalla ùwú

N/A: prometo que aquí saldrá un dibujo de él sonriendo, mientras tanto, no hay dibujo de momento, sorry :"D

También me llegó a dar un abrazo cuando iba a salir, me comentó que intentaba mostrar más afecto ya que por lo general todo el mundo piensa que Kei detesta todo y a todos, bueno no está tan lejos de la realidad, pero hay que recordar que él también es un humano con sentimientos.

De camino a mi casa, pensé que no iba a suceder nada especial, no al menos hasta que pasé por el parque de girasoles y lavandas, como le digo yo, el lugar de Kageyama y Shoyo.

Pude ver a Kageyama sentado mirando las flores, estaba solo y estaba anocheciendo así que me acerqué a él y me senté a su lado.

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-¿Estás bien Kageyama?-

-Creo que sí, solo... estoy notando a Shoyo algo más estresado y ocupado que de costumbre, aunque es entendible si además de estudiar, tiene que trabajar y cuidar a su hermana, mientras aquí, yo, la idiota de su novia, no sabe cómo ayudarle, aprendí a cocinar y a cuidar a Natsu pero siento que no es suficiente para hacer que se sienta mejor.- comentó mirando al cielo, casi ignorando mi presencia se podría decir. -Oh... perdona, no quiero agobiarte con mis problemas, tienes ya suficiente con los tuyos.- esa última oración fue más que suficiente como para entender, que, incluso si muchas veces las personas no mostramos preocupación, si las tenemos.

-No te preocupes, agradezco que te preocupes por mi, pero tampoco es cuestión de que no pienses en ti, tú haces todo lo que puedes así que no te preocupes mucho, si quieres hazle un pequeño detalle que sobresalga de lo normal.- le aconsejé como buenamente pude para recibir una sonrisa por su parte.

-Muchas gracias Suga-san, sé que no hablamos mucho preguntó pero cualquier cosa solo dime y estaré encantada de ayudarte.- comentó con bastante alegría para levantarse y ayudarme a mi a realizar la misma acción que ella hizo.

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Después de eso, no ocurrió nada interesante, solo me fui a casa mientras hablaba con Tobio de cosas sin importancia y luego me puse a pintar hasta que me fui a dormir, nada fuera de lo común después de eso.

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Ya queda bien poco del diario de suga, pero no os preocupéis, tengo una sorpresa jsjsjsjsjsjs.

Nos vemos pronto y espero que tengas un buen día/tarde/noche ^^