Una mañana fría.

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Era una mañana fría, tan fría que apenas se podía ver algo fuera de las ventanas, la niebla se había apoderado de todo el lugar.

Durmiendo, el chico de cabello rubio estaba acostado en una cómoda cama. Las sábanas blancas estaban lo suficientemente frías para él, este tipo de clima le hacía alguien bastante adormilado. Al otro lado de la cama, una figura mucho más grande se estaba despertando. Sus ojos azules, luego de haber sido abiertos, solo miraron por unos segundos al techo.

Él solo miró.

Fue otro día.

Pero él no estaba realmente allí.

Olvidó por un momento que su novio dormía a su lado, y se sentó en la cama, buscando su ropa para ir a cambiarse. Por el repentino movimiento, el más pequeño se despertó, un poco confundido. Sus ojos soñolientos intentaban procesar lo que estaba pasando, mientras su novio rápidamente comenzaba a vestirse y casi se levantaba de la cama.

"... ¿Kurou? ¿Qué pasa? ¿Por qué estás..." — decía, mientras su mano tallaba sus ojos, tratando de quitarse el sueño.

Pero entonces, se dió cuenta de lo que estaba pasando.

Antes de que el albino pudiera levantarse de la cama, Brook extendió su mano, deteniendo al más alto.

Entonces, el otro se volvió para verlo.

— "... Brook? ¿Qué haces? Tenemos que cumplir con la cuota, tengo que... tengo diez pecadores por día, si no..." — Estaba tratando de recordar algo. Tenía los ojos somnolientos, pero estaba concentrado, como si tuviera algo importante que hacer.

— "Kurou... ya no hay cuota, ¿recuerdas? Satanás ya no está aquí" — el más pequeño se arrastró en la cama, poniéndose al lado del albino. — "Está bien, no hay necesidad de ir a buscar a los pecadores en este momento. Estamos bien."

Vaya.

Él recordó.

Ya no estaba bajo el mando de él.
Sin voces, ni superiores.

Fue una realidad, una realización que lo golpeó bastante fuerte, devolviéndolo a la realidad actual, aunque su expresión apenas cambió.

Él sólo... se sentó.

"Ah... es verdad. No hay... necesidad de salir ahora mismo."— Dijo, casi aliviado, cansado,  pero también sonaba como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo. Brook vio su estado. No era bueno con las palabras y no estaba muy seguro de qué hacer en este tipo de situación, pero trató de hacer lo que recordaba que funcionaba.

Lo abrazó y deseó que eso ayudara, al menos un poco.

Y cielos, lo hizo.

El albino, lenta y suavemente agarró la mano del rubio y cuidadosamente acarició sus dedos y luego su palma. Estaba despertando en una nueva realidad, una en la que podía vivir en paz.

Se sentía culpable por disfrutar de tales cosas, por recibir tanto amor.

Frunció el ceño al pensar en ello.

Brook conocía bastante bien a su novio. No era la primera vez que sucedían este tipo de cosas. Sabía que esos tiempos no solo fueron duros, sino que les dejaron cicatrices que tardarán siglos en sanar.

“Oye, te amo. Debes saberlo. Está bien si te sientes mal por lo que pasó, pero ya pasó. No te sientas culpable por eso, no fuiste tú mismo, en parte”.

“Pero fui tan idiota… Creer que había un futuro donde todos podíamos disfrutar del cielo y el vacío, dónde todos viviéramos una vida felíz… Es imperdonable.”

"Lo que pensaste fue... amable. Humano, he de decir. Hiciste tu mejor esfuerzo para salvar a todos, no fue tu culpa que nos mintieran. Y al final, todo terminó mejor de lo que esperábamos. No eres un monstruo, ¿de acuerdo?" — Dijo, haciendo que el más alto bajara el rostro hacia él, guiándolo con la mano.

Se quedaron mirando y se quedaron en silencio durante un rato.

Finalmente, después de unos minutos, el albino apoyó la cabeza en la mano del otro.

— "Soy realmente... estúpido. Y no digas algo cursi".
— “Ser cursi no es lo mío, lo sabes, viejo.”
"Puede que sea viejo, pero sé cómo buscar algo en Google".
— “Y aquí es donde mi amor por ti alcanza un límite.”

El más alto se rió un poco y el más pequeño volvió a su lado de la cama, abrazando una almohada. Su novio lo siguió, y lo abrazó por la espalda, haciéndole verse más pequeño.

"Esto no es justo."
"Nunca fué supuesto a serlo, bebé".

Con la última palabra, el más alto le dio un pequeño beso en la cabeza al conejito. Después de eso, ambos pudieron volver a dormir.

De hecho, era una mañana fría, pero les encantaba el clima frío, este los hacía dormir bien.

⸙͎ ⚘ ⸙͎

Love Like You [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora