"Los que no ven ninguna diferencia
Entre alma y cuerpo, no tienen
Ninguna de las dos cosas."
-Oscar Wilde
El pitido ensordecedor de la alarma me despierta a las 4:40 am, es una tortura. Saco mi mano de entre las sabanas y la extiendo para palpar a oscuras todo lo de encima de mi mesita de noche, ¡Aquí esta! Cojo el teléfono y entrecerrando los ojos por la brillante luz de la pantalla, la desactivo. Cuando deja de sonar me percato de los dos mensajes que tengo, ambos del mismo número desconocido, los abro y leo.
"¿Hope?, es Ren, estoy desesperado, no he podido dormir en toda la noche, necesito que vengas, he visto en las noticias mi muerte"
Decía el primero, y justamente por ello había puesto la infernal alarma tan temprano, tenía que ir al hospital antes de mi clase de las 7.
"Necesito tú ayuda en serio, necesito que encuentres a mi hermano, el muy idiota esta buscando compasión con esto"
Para variar no se lleva bien con su hermano, ni con nadie al parecer... Oprimo las teclas y rápidamente le respondo.
"Buen día Ren, ya voy para allá"
Suspiro dramáticamente y tiro violentamente de mi sabana, me levando y tomo una rápida y fría ducha; cuando termino me pongo lo primero que encuentro, un pantalón de mezclilla y un sweater verde oliva; peino mi cabello y lo amarro en una coleta mientras escucho una de esas canciones viejas que sonaron en el baile de ayer, recuerdo como me balanceaba al ritmo de la melodía con Matt y sonrió
Cuando bajo las escaleras Papá apenas se está saliendo de su habitación.
-¿Qué haces despierta tan temprano Hope? –me pregunta, después de cerrar con cuidado la puerta, para no despertar a Mamá supongo.
-Ehh... -balbuceo, mi intento de escabullirme silenciosamente ha sido un total fracaso. Suspiro –Voy al hospital –le digo, no quiero mentir más.
Papá entrecierra los ojos, curioso.
-¿Al hospital? –Repite -¿y eso porque?
-Un amigo tuvo un accidente de coche, nada grave –le aseguro –Voy a pasar a verlo antes de clase
-Oh, está bien hija –Papá bosteza y parece decidido a ir a la cocina –ve con cuidado, pero –dice - ¿No quieres desayunar antes de irte?
Por suerte Papá nunca ha sido un hombre que haga muchas preguntas.
-No gracias –le digo –ya voy tarde
Le doy un beso en la mejilla y me dirijo a la salida, cojo la llave de la mesita de al lado y la meto en el bolsillo delantero de mi mochila, abro la puerta y salgo al exterior dispuesta a caminar hasta el metro.

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Reajuste
Teen FictionEntonces pasa, inesperadamente tú vida da un giro de 180 grados. Aunque todo este bien contigo, a veces necesitas cambiar, ayudar. Cuando un alma es castigada y se le impone un reajuste, confundida necesita una guía; a mi Hope, se me ha impuesto es...