Capítulo 7: Mentir

19 0 0
                                        

 

" Pero si no le puedes contar la verdad a la gente que más te importa,

al final dejas de ser capaz de decirte la verdad a ti mismo."

                                                             Cassandra Clare, Cazadores de sombras

                                                                               (Ciudad de ceniza)

                                                                   

 

 Llegados a este punto sé que faltare a la primera, segunda y tercera clase del día, y que probablemente no vaya a ninguna otra.


Estoy sentada en la recepción meditando mis posibilidades. He acordado con Ren la única solución probable, escabullirme y ver la ficha medica de Marcos en la que indudablemente esta su dirección.


Suspiro mientras simulo ver una revista, al parecer está invadida con miles de fotos de personas casándose, vestidos de novia, zapatos, peinados, ramos y velos...


Por el rabillo del ojo veo a la recepcionista que parece charlar muy alegre con un enfermero sonríe y mueve su pelo de forma coqueta, el teléfono está sonando pero ella parece muy concentrada flirteando. Gente viene y va de un lado al otro, pero nadie parece prestar atención.


De repente se me ocurre una idea. Me levanto lentamente, cierro la revista, la coloco de nuevo en la mesita y me dirijo decidida a la maquina dispensadora de dulces que esta oportunamente justo al lado de la recepción, saco mi monedero del bolso y agarro un dólar, luego simulo meterlo por la rendija de la maquina, oprimo un botón al azar.


-¡Oh no puede ser! –exclamo


Me volteo hacia la recepcionista y nada, no parecen haberme escuchado. Suspiro y vuelvo a hacer otro intento.


-¡GENIAL! ESTO ES LO QUE ME FALTABA –gesticulo con las manos a la vez que creo haber exagerado ahora.


Seguro no ganare un Oscar por esta actuación, pero ha funcionado, la recepcionista voltea hacia mí y parpadea


-¿Le sucede algo? –me pregunta


-Oh si –digo dramáticamente –la maquina se ha tragado mi dólar, ¿Puede venir a ayudarme? –la miro tristemente


La mujer rueda lo ojos y mira al enfermero, este asiente con la cabeza.


-Desde luego -dice y se dirige hacia mí, el enfermero la sigue


Mientras ambos se acercan saco mi móvil del bolsillo del pantalón y lo sujeto firmemente con la mano.


-¿Segura que la maquina se llevó el dólar?  -me pregunta el enfermero –No hemos tenido quejas de este dispensador nunca -asegura

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 06, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ReajusteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora