"La gente no nace buena o mala.
Quizá con tendencias hacia un lado u otro,
Pero es el modo en que vives tú vida lo que importa."
-Cassandra Clare, Cazadores de sombras (Ciudad de fuego celestial)
-Oh Dios -digo mientras me agacho para mirar más de cerca a Marcos, Tiene el brazo roto, es evidente, esta doblado de una forma en la que un brazo común no debería estar doblado, me recuerda a un contorsionista de circo solo que desmayado y con sangre. El profesor tiene una cortada en la mejilla derecha y moretones por todo el rostro. Su maletín ha aterrizado media calle delante y la gente ya se está amontonando a contemplar lo sucedido. Acerco mi cabeza a su pecho con la esperanza de oír el latido de su corazón y quedo helada.
-¡ESTA MUERTO! -grita alguien desde el carro negro, al parecer el conductor no ha quedado con vida, al igual que Marcos...
No me lo creo, lagrimas ruedan por mis mejillas, vuelvo a pegar mi oído a su pecho, nada, no se escucha nada; tomo una gran bocanada de aire y agarro su muñeca (la de la mano buena) e intento sentir pulso, nada. Dios está muerto, Marcos está muerto.
De repente estridentes sirenas suenan a lo lejos, al parecer alguien llamo a emergencias. Pero ya no hay nada que hacer, además de llevarse los cadáveres. El auto se estaciona rápidamente y socorristas bajan velozmente de él, dos se dirigen hacia nosotros una mujer y un hombre; en el último instante lo pienso; palpo los bolsillos del pantalón de Marcos para encontrar su teléfono móvil si es que aun funciona, alguien debe avisar a un familiar. Cojo algo duro y cuadrado y lo deslizo al fondo de mi bolsillo justo cuando llegan los paramédicos.
-Está muerto -le digo al hombre que se agacha a mi lado -No tiene pulso -lo miro a los ojos.
-¡RAPIDO EL DESFIBRILADOR! -grita el hombre
Baja rápidamente un tercer paramédico de la ambulancia y con él un aparato, lo he visto antes en la televisión es ese equipo con el que intentan revivir a las personas que sufren ataques de paro cardiaco
-RAPIDO CARGA A 200 J -Indica el medico que parece llevar el control de la situación -¡VAMOS HENRY, REACCIONA! -le grita al paramédico que sostiene el aparato.
Mientras la mujer trabaja rápidamente desabotonando la camisa de Marcos
-¡LAS PALAS! ¡AHORA! -Henry le pasa dos cuadrados con superficie metálica que se conectan al aparato por un largo cable -DENME ESPACIO -ordena
Yo ya me había retirado a una distancia prudente, el paramédico frota las palas con ambas manos y las deposita furiosamente en el pecho del profesor este rebota unos centímetros. La mujer acerca su oído al corazón de Marcos, justo como hice yo al principio.
-Nada -dice mientras se incorpora
-¡DE NUEVO! MISMA CARGA ¡RÁPIDO! -EL paramédico vuelve a frotar las palas y las vuelve a depositar en el cuerpo de Marcos este vuele a saltar y choca estrepitosamente contra el suelo. La mujer vuele a verificar él puso. Se levanta con una cara de profundo alivio
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Reajuste
Ficção AdolescenteEntonces pasa, inesperadamente tú vida da un giro de 180 grados. Aunque todo este bien contigo, a veces necesitas cambiar, ayudar. Cuando un alma es castigada y se le impone un reajuste, confundida necesita una guía; a mi Hope, se me ha impuesto es...