˗ˏˋ 𝕺𝖒𝖊𝖌𝖆𝖈𝖊𝖒𝖇𝖊𝖗 'ˎ˗ 𝔖𝔭𝔯𝔲𝔞𝔫 [Cancelado]

ɪɴꜱᴛɪɴᴛᴏ

③ Instinto

Gracias al segundo género, se intensifican las reacciones inconscientes y los deseos a diferentes situaciones, es un impulso que puede ser causado por un detonante sensorial, por lo que no hay manera de en sí detenerlo. Por lo tanto, pueden experimentar un repentina necesidad sexual, intensificado por deseos primarios. Esto puede ser inducido por la temporada de apareamiento o algún detonante sensorial.

✪Advertencias del capítulo: Escena sexual entre hombres y mención de M-preg (Embarazo masculino)

Cuando Juan despertó, tuvo una sensación familiar el momento en que sus ojos debían acostumbrarse a la luz que apuntaba hacia su rostro, el mareo y la desorientación lo golpeaban con fuerza y le costó un poco combatirlo. Apoyado de su brazo derecho, se sostuvo con su codo para levantarse de la comodidad de sus sábanas, dejando que estas se arrastraran por su cuerpo y descubriera parte de su pecho expuesto. Pasaron unos pocos minutos en lo que esperaba que el sueño se fuera de su cuerpo y, completamente levantado, caminó atravesando la gran habitación que compartía con su pareja dirigiéndose hacia un armario de dos puertas hecho de abedul con manijas cubiertas de oro.

—Que flojera tengo —murmuró el castaño para sí—. ¿Quién verga inventó las mañanas? Lo voy a golpear al pendejo ese —maldijo entre dientes. Que bien, Juan podía ser una persona madrugadora, pero no porque lo disfrutara, si no que su cuerpo lo traicionaba y le hacía despertar a esas horas.

Refunfuñando buscó en su interior un par de ropa para arreglar su apariencia, encontrando su vestuario habitual; tenía su túnica de un azul oscuro, su pantalón del mismo color, un corsé negro con encajes en el escote que amoldaba bien su figura y su característica capa rojiza. Se cambió con tranquilidad tomándose su tiempo, no tenía exactamente algún pendiente ese día así que decidió arreglarse sin prisa, tomó su collar con la gema del tiempo y se puso sus botas negras al último. Estando ya completamente listo salió de la habitación y caminó hacia la salida de su casa.

El duce olor se las flores que decoraban el jardín del frente le dio la bienvenida al exterior, cerró los ojos y aspiró el fresco aroma de agua y rocío. Las mañanas en la isla naranja siempre mantenían un amiente agradable por los múltiples lagos en el lugar y el típico clima nubloso, pero Juan ya estaba acostumbrado, por lo que incluso podía aguantar los periodos de invierno cuando el frío azotaba el lugar con fuerza.

Después de apreciar su entorno como ya era parte de su rutina al despertar, decidió ir al gran comedor de su pareja, un restaurante de desayunos que había puesto recientemente en SpreenField especialmente para él, pues Spreen ya conocía sus malos hábitos de olvidar comer hasta que le diera hambre. Esta era una manera en la que el Alfa podía asegurarse que Juan comiera correctamente. Por lo tanto, decidió apresurarse hacia SpreenField para no perderse la hora del almuerzo, pues estaba seguro que si su pareja descubría por parte de sus empleados que no había llegado para el desayuno lo reprendería por el descuido en sus comidas, como siempre.