¿Puedo?

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¿PUEDO?

ATENEA

Y lo hace, su boca encuentra la mía, en un beso que pide mas que eso, un beso húmedo, lleno de deseo, lleno de promesas a futuro, siento como sus manos van a mi cara y me aprieta más a él, su boca busca más, con ese beso me está gritando que le de más, siento el calor bajar hasta el centro de mis piernas, humedeciéndome, una de sus manos va a mi nunca tirándome el pelo en su paso, sus dedos se enriedan en el, su cuerpo se pega más al mío, y yo no aguanto más, me separo de él para mirarlo

—Gian, Necesito más—

No me contesta con palabras, si no, con acciones

Sus manos bajan por mi cuerpo llegando a mis piernas, me alza en sus brazos para poder sentarme en el lavamanos.

—No creo poder parar si me seguís afectando así—me dice—

—No quiero que pares, Quiero que me toques, ahi abajo—Sus manos tiran de mis piernas para estar más cerca, como si eso fuera posible—.

Agarro una de sus manos y las llevo a mi boca, le chupo un dedo, pasándole la lengua de arriba abajo, raspando lentamente con mis dientes, y noto como eso le afecta, como su boca se abre para soltar un jadeo levemente, como sus ojos se tornan más oscuros, como su voz cambia a ser más ronca, el quiere esto tanto como yo

—Atenea,Decime que es lo que necesitas—suspira y apoya su frente en la mía—

Sigo sin soltar su mano, pero esta ves la dirijo hacia mi zona que ya está húmeda pidiendo por el, el mira mi movimiento y se muerde el labio.

—Tócame—le ordenó en un gemido—Tócame donde quieras, y como quieras

Saca mi mano del lugar y la acerca para dejarme un beso húmedo, y la apoya en mi pierna

—Todo a su tiempo—me susurra acercando su cara a la mía, me da un piquito, siguiendo el camino de besos por mis mejillas, una de sus manos va al costado de mi cuello y me hace acomodar la cabeza para dejarle el cuello libre, su boca me besa el cuello, lo chupa, succiona levemente y muerde, una y otra vez, mis gemidos y jadeos se empiezan a escuchar, mis manos no planean quererse quietas y van en busca de su tacto.

—Gian..—susurró al sentir su boca en mi oreja, al escuchar su respiración agitada por saber que mis manos están inquietas, suben y bajan por su abdomen y pecho, levanto su remera para poder tocarlo bien, mis uñas pasan de arriba abajo muy despacio, bajo hasta llegar a la cintura de su bóxer y pantalón, tiro de el despacio y tanteo el botón, su erección se siente muy bien, subo y bajo por encima de su pantalón apretando levemente, y me sorprendo porque es demasiado grande.

Desabrocho su pantalón y meto mi mano por adentro del bóxer, tocándolo, el deja de besarme y me mira mordiéndose levemente el labio, jadea cuando le aprieto despacio la erección pero se qué le encanta por cómo sus caderas se mueven involuntariamente hacia adelante buscando más que un toque suave

—Si seguís jugando así, no pienso parar—me susurra con la voz ronca tirando su cabeza hacia atrás cuando siente mis dedos húmedos tocándolo y bajando con humedad, sigo haciendo eso y termino de sacar su erección del pantalón y bóxer

—Bájame—susurro, el me sonríe negando—

—No, Tus órdenes se acaban acá—me dice—

Saca mi mano de su erección, me agarra los muslos haciendo que abra las piernas, chupa dos de sus dedos para tocarme, de arriba abajo y apretando mi nudo de nervios, siento mi humedad haciéndose cada vez más, el me besa, su lengua se mezcla con la mía, sus besos pasan de ser brusco a lentos pero sigue con sus movimientos ahí abajo, nuestra respiración es cada vez más agitada, nuestros gemidos son cada vez más fuerte y nuestras ganas son cada vez más grande

En Línea Recta (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora