Dangerous Request { Chilumi } (Childe X Lumine)

Chapter 12

*Lumine's POV*

Ir a Sneznhaya fue el viaje más largo que había echo hasta el momento.

Desembarcamos en Liyue primero, y apenas tu unos tiempo a descansar cuando ya nos encaminamos, cruzando toda la región. Tampoco me había dado tiempo a saludar a nadie.

No éramos los únicos viajeros, así que había varios carruajes todos juntos en travesía hacia la región de hielo.

Teucer se pasó gran parte del camino creando un gran plan para enseñarme Sneznhaya, y cosas típicas de allí, como juegos o costumbres.

Teucer hasta creó el plan (junto con Childe) de enseñarme a pescar en Hielo, alegando que Childe era de los mejores pescadores del mundo.

Por su parte Paimon siquiera protestó al imaginarse la gran cantidad de platillos que se podrían hacer con cantidades ingentes de pescado.

Creo que llegó a decir todos los platos posibles existentes en el mundo.

Incluso llegó a preguntar si en Sneznhaya había los mejores helados del mundo . En su pequeña cabecita, si había mucho hielo, había mucho helado también en la región.

Se puso triste cuando Childe le comentó que no solían tomar demasiados helados en su región a causa del frío.

Volviendo a la lista de Teucer... Dijo que lo primero que haríamos sería un muñeco de nieve gigante, junto con sus hermanos, terminando todo en una batalla "a muerte" de bolas de nieve.

Pasando los días, empezó a hacer gradualmente más frío.
Ya se podían vislumbrar las montañas nevadas a lo lejos.

Esos días fui poniéndome poco a poco la ropa que Childe me había obsequiado.

Primero había sido el abrigo, luego le siguieron las medias, luego la bufanda hasta que, cuando al fin llegamos a la frontera de la capital, yo ya me había cambiado entera.

Sentía mis mejillas cosquillear mientras observaba los hermosos bosques níveos.

Pocas horas pasaron cuando finalmente habíamos llegado a la capital.

Era preciosa, pero a ese nivel de que Sneznhaya se fundía por sí misma con la nieve. La volvía parte de la capital, como creada para la misma.

No me imaginaba la zona sin nieve, pero tampoco quería.

Al bajar del carruaje, acomodé mejor mi bufanda mientras observaba alrededor.

Quería recorrer todo aquello y explorarlo.

La voz de Paimon cortó todos mis pensamientos en  el momento en el que pidió alimentarse.

Teucer tomó la manito de Paimon.

—Se un lugar donde hacen comida deliciosa! Es uno de los sitios favoritos de toda la gente que viene a hacer turismo.

Paimon fue feliz al oírlo.

—Vamos vamos! Paimon se muere por probar comida de Sneznhaya.

Teucer la guío mientras Childe y yo les seguíamos.

Estaba viendo alrededor, curioseando todo, memorizando, mientras sentía como la mano de Childe acariciaba con suavidad la mía sobre el guante para finalmente sostener mi mano y entrelazar nuestros dedos.

Mis mejillas ardieron aún más que solo por el frio.

Lo miro de reojo, mientras el observaba a Teucer y a Paimon para no perderlos de vista... Aunque una sonrisa pícara cubría su rostro.

Volví a concentrarme en lo que nos rodeaba antes de que se diese cuenta de que lo observaba.

En uno de los puestos vi una cara conocida y presione suave la mano de Childe antes de soltarme y correr hacia el puesto de gremio de aventureros.

—Katheryne! —Saludé alegremente y cuando sus ojos se encontraron con los míos, sonrió con felicidad.

— Saludos, Viajera! Bienvenida al gremio de Aventureros.

—Ya te he dicho que me llames Lumine, porfavor.—Oe vuelvo a decir, como a cada Katheryne que veía.

Tenía una duda existencial de si en verdad eran varias Katheryne o solo una que parecía teletransportarse, pero nunca se lo preguntaría directamente...

—Lo intentaré —Comentó con una sonrisa suave.—Que has venido a hacer a Sneznhaya?

—Hmmm —"He venido con el onceavo heraldo de los fatui por el cual tengo sentimientos más allá de una amistad, convencida por su hermano menor...."—Estoy de vacaciones.

—Genial! Es un buen sitio para alejarte de todo —Comenta ella e iba a fregar algo más cuando vi los aventureros haciendo cola detrás d Emi.—Te dejaré trabajar, nos veremos en otro momento. Adiós!

Me despedí con la mano de ella mientras me alejaba.

—Adios Viajera! Que tengas una buena estadía aquí!.

Ruedo los ojos al oirla llamarme así de nuevo pero solo reí y busque una cabellera roja alta entre el gentío.

No tarde mucho pues tampoco estaban muy lejos.

Teucer y Childe estaban sentados en un banco con una bebida en sus manos que expulsaba vapor. Por otro lado Paimon estaba comiendo una especie de bollo relleno que también parecía estar caliente.

Al acercarme Childe extiende su mano, acercándome el vaso.

Miro su interior con curiosidad.

—Es chocolate caliente con algunas nubes de dulce. Prueba, seguro que gustará.

Asiento y pruebo un poco bajo la atenta mirada de Childe y Teucer.

Al principio la bebida caliente contra mis labios fríos hizo que sintiese un pequeño dolor, pero el sabor estalló en mi boca, con esos pequeños dulces flotando en la sustancia marrón.

Estaba delicioso.

–Me encanta! –Exclamé con una sonrisa.

–Lumine, este bollo relleno está buenísimo. Piamon quiere que aprendas a prepararlo.

La miro sorprendida.

– Yo podría enseñarte la receta –Conenta childe– Se me da bastante bien cocinar.

Lo miro atentamente para luego llevar mi vista hacia Paimon, la cual me miraba con ojitos suplicantes.

Suspiro y asiento.

Paimon automáticamente grita de felicidad y Teucer aplaude con ella.

Esos dos eran un par llamativo.

–Childe,  vives aquí en plena capital?–Pregunto con curiosidad, observando la hermosa arquitectura de los edificios.

El pelirrojo niega con una sonrisa.

–Vivimos a las afueras. Y deberíamos irnos ya antes de que anochezca. Si hace frío ahora, por la noche verás que es mucho peor. Pero no te preocupes, Ojou-Chan. Yo te puedo proteger del frío.–Dice, guiñandome el ojo al decir lo último. Provocando que mis mejillas se huelan aún más rojas. Nerviosa, termino el chocolate.

–P-pues vámonos ya. –Digo, recordando la escena del barco.

Childe ríe por lo bajo y toma en brazos a Teucer mientras Paimon agarra mi mano y empezamos a seguir a los hermanos por las calles de aquella blanca ciudad.