Dangerous Request { Chilumi } (Childe X Lumine)

Chapter 14

N/A: Recomiendo escuchar The Loneliest de Måneskin para este capítulo. Os lo dejo a vuestra elección bbs. Y lo siento por tardar, reescribi este capitulo como 3 veces por que quería expresar varias cosas.

*Lumine's POV*

El cielo y el suelo se unían en sintonia. El agua cristalina a la altura de mis tobillos hacia que se reflejase el cielo, uniéndose en el horizonte.

Miré confusa a mi alrededor, sin saber donde estaba.

Doy un paso adelante y en vez de pisar el agua, esta cruje y se rompe como el más fino de los cristales, hasta que todo estalla a mi alrededor. Bajo mis pies solo había oscuridad y caí en ella.

No más vista hermosa de un hermoso cielo.

Caí en algo duro. Aunque no distinguía si era suelo o otra cosa por la oscuridad.

Me levanté a duras penas, sintiendo que me faltaba el aire y caminé a tientas, asustada.

No veía nada y definitivamente no quería una caída.

De repente, a unos metros de mi, un brillo azulado aparece, cegándome unos instantes. Una especie de espejo... o puerta.

Poco a poco este se fue volviendo más nítido hasta que vi aquel cabello rubio, y ese traje que reconocía tan bien.

—Aether!—Grité. Pero no se giró hacia mi. Seguía de espaldas mirando ese espejo.

Corrí hacia el con desesperación

Al fin.

Al fin había encontrado a mi hermano.

Cuando ya prácticamente estaba a un metro de el, éste se giró y me miró fijamente, haciéndome detener.

Mis ojos se nublaron por las lágrimas.

—Te encontré! No te vuelvas a ir! —Supliqué y abrí mis brazos.

En el momento en el que me iba a lanzar para abrazarlo, este dio un paso atrás hacia el espejo, adentrándose en él.  Haciendo que yo, al ir tras el, al tocar el espejo, este estallase en pedazos, haciéndome girar la cabeza y cerrar los ojos ante los pedazos de cristal volando en diversas direcciones.

Dirigí mi cabeza hacia el cristal y allí ya no había nada, solo oscuridad.

—Aether! —Exclame en un susurro casi sin respiración, abriendo los ojos, incorporandome de golpe.

Tardé en darme cuenta en donde estaba.

Estaba en la cama de invitados con Paimon a mi lado.

Mi respiración estaba agitada y sentía la cara húmeda de lagrimas.

Todo había sido un sueño.

Miré hacia Paimon, la cual se encontraba enredada en las sabanas, durmiendo con la boca abierta, babeando la almohada y parte de su mejilla.

Me puse en pie, temblorosa, sintiendo que me faltaba el aire. Corrí hacia la ventana, pero no fui capaz de abrirla. Quizá por la nieve acumulada en el alféizar.

Necesitaba aire, necesitaba respirar. La espaciosa habitación se me quedaba pequeña. Sentí que me estaba ahogando.

Salí de la habitación intentando hacer el menor ruido posible y fui al baño, tomando toda el agua que podía entre mis manos, haciendo una especie de cuenco con ellas para luego salpicar la cara.

Mi corazón latía desbocado y me costó calmarme.

Cerré el agua y tomé una pequeña toalla, secando mi rostro.