Dangerous Request { Chilumi } (Childe X Lumine)

Chapter 8

*Lumine's POV*

Decir que apenas fui capaz de dormir era quedarse corto. No dejé de dar vueltas toda la noche.

Por la mañana decidí irme temprano, llevándome solo a Paimon, la cual protestaba por levantarla tan temprano mientras comía unos Dangos.

-Tenemos cosas que hacer, Paimon. Quiero hacer cosas antes de irnos a Snezznhaya.

Paimon infló sus mofletes pero siguió comiendo, esta vez en silencio.

Al fin llegamos a nuestro destino.

Los soldados de la Shogun me miraron, algunos amables, otros aún desconfiados.

Los pasé de largo hasta que uno me detuvo.

-Quien eres? No tienes acceso al interior de la mirada de nuestra Gobernadora.

Miré al chico. Parecía algo joven, no recordaba haberlo visto. Quizá una nueva incorporación?

-Tengo acceso a hablar con Shogun Raiden, mi nombre es Lumine.

-Lo lamento pero no pueden entrar civiles -Vi como me apuntaba con la lanza y Paimon se escondió detrás de mí, aunque no se mantuvo en silencio.

-Deberias tener cuidado al hablar con la amiga de tu gobernadora! -Exclamó Paimon.

Acercó más la lanza a mi, pero no me inmuté. Sería peor. Seguramente aquel chico no sabía sobre mi.

Dos soldados del Shogunato se acercaron rápidamente al oír los gritos de Paimon.

-Disculpa señorita Lumine! Es una nueva incorporación! -Dijo uno con amabilidad.

-Lumine es una invitada siempre bien recibida ante Shogun Raiden. Debemos tratarla como a una superior -Le llamo la atención al chiquillo el otro soldado.

El soldado palideció y dejó caer su lanza, arrodillándose frente a mi.

-Lo lamento muchos, señorita Lumine, no estaba al tanto. Perdóneme, le aseguro que no volverá a ocurrir. Aprenderé de mi error.

Suspiré y me arrodille frente a él.

-No pasa nada. No estabas al tanto, pero te pediré que a partir de ahora no juzgues a las personas sin saber quiénes son. Porfavor ponte en pie.

El soldado aún pálido se puso en pie junto a mi y empezó a agradecerme antes de que los dos soltados se lo llevasen mientras Oia a uno decir "tienes suerte de que la viajera sea tan bondadosa y habrías recibido la ira de nuestra amada gobernadora".

Entré al interior hasta los aposentos de la gobernadora de Inazuma.

Shogun Raiden estaba sentada en una mesa, observando unos papeles.

Me acerqué y me arrodille frente a ella en la mesa, a su altura. Sus ojos se alzaron y me miraron con comprensión antes de asentir.

Sonrio y tomo el amuleto que aquella Miko Kitsune, Yae, me había dado.

Poco después me encontraba sola, sin Paimon, en el Plano de Euritmia de Ei.

Ella meditaba en silencio, como siempre.

Camino lentamente hacia ella hasta que abre sus ojos y me da una pequeña y serena sonrisa.

-Has vuelto antes de lo previsto -Dice con su imperturbable calma.

-Estare de viaje y no quería irme sin despedirme adecuadamente.

-Seguirás con la busqueda de tu hermano? -Pregunta mientras me acerco a ella- Pensé que te tomarías unas vacaciones aquí antes de tu viaje.