— voy a renunciar. — farfulló, molesto, mientras continuaba barriendo el pasillo del lugar mientras yeonjun limpiaba una mesa con un paño pequeño.
— hazlo.
— ¿por qué tenemos que encargarnos nosotros del trabajo sucio? — golpeó con el cepillo el piso, reclamándole. — todo lo que soobin y taehyun hacen es jugar con los cachorros y poner el dinero en la caja.
— es su aniversario, gyu. — finalmente, se volvió hacia él, quien puchereó. — deja de estarte quejando, pareces un niño pequeño.
—...es que no me gusta hacer esto. — sin excusa alguna a su comportamiento, simplemente continuó limpiando el piso.
— estoy seguro que no vas a querer venir a trabajar cuando sea nuestro aniversario. — no dijo nada. — vas a pedir la semana libre.
— ¡yeonjun!
— ¿qué? — el mayor rió. — tú empezaste.
— sólo falta que me mandes al rincón.
— puedo hacerlo.
— no estás al mando.
— de ti, sí. — beomgyu no dijo nada. pero sobre el silencio que llenaba por completo el lugar, yeonjun podía oír perfectamente como el menor se continuaba quejando entre dientes. — beomgyu.
— ¡no he dicho nada! — ante la mirada acusadora del pelirosa, rodó los ojos. — qué delicado.
— ya es la una, ¿vamos a comer? — asintió, emocionado. — a ver si así se te disuelve un poquito la sal.
— cállate. — chasqueó la lengua, y aquello fue lo último que hablaron de ese tema hasta que el menor agregase. — oye, jun... hablando de nuestro aniversario.
— ¿qué quieres? — abrazado a uno de sus brazos, él puchereó.
— sólo te iba a preguntar qué estabas planeando. — frunció los labios. — como siempre eres tú el que planea esas cosas.
— sí... porque cada vez que tú te encargas sale mal.
— lo de tu cumpleaños fue un accidente.
— quiero creer que no me habrías tirado del balcón a propósito. — beomgyu apretó los labios, ciertamente no era un recuerdo nada grato para ninguno, mucho menos para el mayor. — ¿tú a dónde quieres ir?
suspiró.
— me bastaría con pasar un día fuera del trabajo. — ambos se sentaron uno junto al otro, beomgyu observando pensativo el menú y yeonjun estando atento a él.
— dios, deja de exagerar, beom... no trabajas ni cuatro días a la semana.
— este trabajo me va a matar, jun. — se recostó con cansancio sobre su hombro, restregando con suavidad su cabeza entre el hueco de su cuello. — ¿qué quieres comer?
— hm... no tengo mucha hambre, a decir verdad. — murmuró. — ¿y tú?
— disculpen. — él estaba a punto de decir algo cuando la suave voz de una de las meseras llamó la atención de ambos, atrayendo sus ojos hacia ella. — siento interrumpirlos, pero... necesito pedirles que se vayan.
por un momento, ninguno de los dos dijo nada.
— ¿disculpa? — el menor fue, claro está, el primero en quejarse, con un tono de molestia bastante obvio.
— algunos clientes dicen que... no están cómodos con ustedes estando aquí.
— ¿"no están cómodos"? es un restaurante, no se supone que puedan echarnos por no hacer absolutamente nada. — se puso en pie.
— beomgyu, siéntate.
— ¡no, no pienso sentarme! ¿por qué nos tenemos que ir si no hemos hecho nada? — el mayor se abstuvo de decir nada. y beomgyu agregó, volviéndose hacia la chica. — no nos vamos a ir.
— señor, por favor.
— lamentamos mucho las molestias. — antes de que beomgyu pudiera gritarle de nuevo, yeonjun se puso en pie y lo empujó para que comenzara a caminar fuera de ahí. — no nos volverán a ver por aquí, no te preocupes.
bajo las miradas atentas de los que estaban ahí, ellos simplemente se marcharon.
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𝘁𝗵𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁 𝗽𝗮𝗶𝗿. yeongyu
De Todobeomgyu y yeonjun son, sin duda alguna, el par perfecto. 𝗢𝗖𝗧𝟬𝟵𝟮𝟮 © 𝗸𝗸𝘂𝗹𝗯𝗲𝗼𝗿𝗮