Culpables

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Pov. Valentina

4AM Intenté dormir pero cada vez que lo hacía tenía horribles pesadillas sobre las discusiones que tuve con Luiza alguna vez, me sentía destrozada y decepcionada, no importan las veces que tratamos de reparar esto, no funcionaba pero estaba dispuesta a intentarlo una última vez si ella también estaba dispuesta.

Me moví en el sofá intentando buscar mi propia comodidad mientras aún tenía los ojos cerrados, tal vez eso me haría conciliar el sueño.

— ¿No puedes dormir? — escuché la voz de Luiza y fué entonces cuando abrí los ojos.

— No, me pregunto de quién será la culpa — dije suspirando, me senté y la miré fijamente mientras se sentaba al otro extremo del sofá.

— Es mía, no me molestaré si decides usar indirectas pero tienes que saber que no es necesario que lo hagas — tomó mis manos y la miré con intriga. — Lo del embarazo ¿Es cierto? — su tono de voz cambió de uno serio a uno dulce, su mirada evitaba hacer cualquier contacto directo con la mía y sentía sus manos frías y temblorosas.

— Jamás mentiría con algo así y lo sabes — la miré a los ojos y fué casi instantáneamente que sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo.

— Valentina, te amo — me fundí en su cuerpo y suspiré con los ojos cerrados al abrazarla, también la amaba pero sabía a dónde iría esto y no quería que fuera así esta vez, sabía que teníamos que arreglarlo por el bien de ambas, por Leo y por este nuevo bebé que estaba en camino.

— Luiza no, antes de actuar como si nada hubiera sucedido tenemos que hablar — suspiré y me vió fijamente a los ojos cuando se separó de mi cuerpo. — Llevamos haciendo esto por años, nos abrazamos, tenemos sexo y luego actuamos como si nada hubiera sucedido hasta nuestro siguiente problema pero no quiero que suceda de nuevo. — ella asintió y tomó una parte de la colcha que me cubría para cubrirse también, justo a mi lado, detrás de mí, una de sus manos pasaba sobre mi espalda para descansar en mi vientre y dejar pequeñas caricias, por suerte este sofá era lo suficientemente grande como para darnos ese lujo.

— No quiero pelear amor, me gusta la idea del nuevo bebé pero — Luiza suspiró — tal vez no era lo mejor para nuestra situación ahora, no me siento cómoda ahora y sinceramente no sé hasta donde llegaremos con esto, necesito tiempo para pensar las cosas. — me limité a suspirar mientras mis lágrimas descendían por mis mejillas, finalmente estaba sucediendo, mi esposa, la mujer a la que he amado con cada parte de mi ser, se cansó de nuestro matrimonio.

— Entonces, tal vez ya no deberíamos seguir así — me senté, limpié mis lágrimas con mis pulgares y la miré a los ojos. — Luiza, puedo cuidar a este hijo sola, puedo cuidar de Leo también, no necesito que te quedes aquí si no lo deseas.

— No, Valentina, te aseguro que lo que necesito es tiempo, sé que necesitas cuidados así que estaré en casa pero desde ahora dormiré aquí, en el sofá, sé que no es cómodo para ti hacer esto pero en serio necesito pensar las cosas — Asentí suavemente y sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo acercándome a ella para un abrazo poco expresivo, no les mentiré, realmente tenía ganas de romper en llanto, abrazar a mi esposa y decirle que lo sentía incluso si yo no tenía ninguna culpa, habría hecho lo que fuera para arreglar esto ahora pero todo indicaba que no era el momento correcto.

Pov. Luiza

Desperté y seguía aquí, junto a Valentina, quien aún dormía, ella se veía muy triste, y tenía los ojos hinchados debido al llanto, sabía que mis palabras habían repercutido mucho en ella  pero no encontré mejor momento que ese para decirle lo que estaba sintiendo también, la noche fué bastante dura para ambas y honestamente no sé dónde terminará todo esto, solo espero que sea con nosotras dos juntas.

— ¿Quieres algo para desayunar? — pregunté con un tono neutro esperando respuesta de ella pero no la conseguí, ella seguía dormida, tal vez era un buen momento para compensar lo qué pasó anoche.

Me dirigí a la cocina y suspiré al recordar todos los momentos que hemos tenido juntas aquí, cocinando mientras ella abrazaba mi cintura o besar sus mejillas cuando decoramos galletas por navidad el año pasado, la sonrisa de Leo cuando Valentina hacia alguna de sus bromas  tontas o cuando nos manchaba la nariz con harina.

Salí de mis pensamientos cuando escuché el timbre de la casa, levanté mi cabello en una coleta rápida y me dirigí hacia allí para abrir la puerta.

— Mami! — gritó Leo con una gran sonrisa mientras me abrazaba las piernas.

— Hola mi amor, te extrañé — lo sostuve entre mis brazos y sonreí.

— Alguien estaba muy apresurado por regresar con sus madres — dijo mi madre mientras me miraba con preocupación. — Leo, deberías ir a dejar tu mochila a tu habitación — él asintió y en un instante desapareció por el pasillo mientras corría hacia su habitación, por suerte, Valentina aún no había despertado.

— Te ves.... Muy demacrada ¿Qué es lo que pasó, ayer llegaste muy apresurada, solo dejaste a Leo, te despediste y no quiero decir que no me gusta ver a mi nieto, lo amo pero creo que tú me debes una exposición en este instante — suspiré y no pude contener más mis lágrimas, la abracé y lloré.

— Mamá — dije con un hilo de voz. — Valentina está... — fuí interrumpida por un evidente sonido de náuseas y entonces la ví levantarse del sofá y correr hacia el baño cubriendo su boca con una de sus manos.

— ¿Embarazada? — cuestionó ella con evidente sorpresa, asentí y bajé la mirada. — ¿No deberías estar feliz? La llegada de un nuevo hijo une a las familias, no las aleja — tomó mi mentón con su mano derecha y me miró fijamente. — ¿Valentina durmió aquí?.

— Si, tuvimos una pequeña discusión anoche y ella misma decidió que dormiría aquí — mi madre suspiró y negó con la cabeza — Traten de solucionarlo, ustedes se aman, la vida siempre tiene obstáculos pero tienen que aprender a superarlos — le dió una mirada rápida a su reloj y posó su mirada en mi nuevamente — Tengo que irme Luiza, ve con tu esposa, deberías estar con ella y no aquí sintiéndote mal.

Luego de un abrazo rápido de mi madre, me dirigí hacia el baño en busca de Valentina, la puerta estaba cerrada así que decidí tocar sin parecer insistente.

— Hey ¿Todo bien allá dentro? — pregunté dudando pero no tuve respuesta, solo escuchaba tos y sonidos indescriptibles. — Valentina ¿Necesitas ayuda? — nuevamente no obtuve respuesta y luego de algunos minutos escuché la palanca del inodoro y la puerta se abrió.

— Estoy bien, no necesito que me cuides, te dije que puedo cuidar de mi y de este bebé, déjame sola — me miró seriamente mientras algunas lágrimas amenazaban con caer por sus mejillas, se disponía a irse pero la tomé de la muñeca sin lastimarla.

— Espera, espera, por favor, necesitamos hablar, no es justo que actúes así conmigo— bajó la mirada y suspiró con frustración, realmente estaba enojada conmigo y en el fondo sabía que me lo merecía.

— Déjame sola, Luiza, ya no tenemos nada de qué hablar, creo que dejaste todo muy claro anoche. — iba a reprocharle lo que dijo pero escuchamos pasos acelerados hacía nosotras y entonces recordé que Leo ya estaba de regreso.

— Mami, no quiero que pelees con mamá — mi corazón se destrozó al ver el rostro de Leo lleno de tristeza, después de todo él no tenía la culpa de lo que estaba pasando y no pude evitar volver a sentirme culpable.









Holi, regreso con una actualización algo "larga" cómo compensación, no había tenido tanto tiempo de escribir pero espero que les esté gustando la historia, gracias por sus votos y comentarios 💖

Beautiful Thing - VaLu (Stupid Wife)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora