Capítulo 1: Guerra de comida y varias pesadillas.

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- Oh el instituto... el lugar donde te preparas para cumplir tus metas, un lugar lleno de sueños y esperanza donde todos son felices y...
- Indira, es solo un establecimiento educativo más. - dije interrumpiéndola.
- Pues eso no decía tu motivador ensayo de veinte páginas sobre el instituto en primer año. - me replicó.
- Es cierto - agregó Sophia - tu ''motivador'' ensayo me ayudo a dormir en clases del señor Peterson.
- Sophia tiene razón - dijo mi prima - , ella no dormía tan bien desde la vez que escribiste tu poema para el recital de música hace un año, que por cierto estuvo increíble.
- ¿¡Dormiste durante mi recital?! - la miré furiosa.
- Si... deberías escribir otro poema o canción - dijo su amiga. - , dormí en el recital pero te aseguro que eres la mejor compositora y bailarina que conozco. - afirmó. - Tal vez tú puedas...
- No - dije firme, no me gustaba hablar de música desde que sucedió aquel trágico accidente. - , eso ya acabó y no quiero discutir sobre el tema.
- Pero Marie, no abandones lo que amas. - insistió Sophia. - Ya debes resignarte a su pérdida. - Indira dio una rápida mirada a Sophia y esta, guardo silencio.
- ¿¡Por qué me recuerdas que él se ha ido?! - dije con lágrimas contenidas.

Todo quedó en silencio, mi prima me abrazó fuerte y yo solté mis lágrimas.

Nos encontrábamos paradas frente al salón de historia y todo aquel que pasaba por allí nos observaba. Durante las vacaciones la noticia del fallecimiento de mi padre corrió por las redes sociales. Estaba cansada de los periodistas, mamá debía supervisar las obras en su constructora y al negarme a ocupar el puesto de papá, ella se hizo cargo de la discográfica.
En un abrir y cerrar de ojos mi vida había cambiado; papá falleció, mamá prescindía de tiempo y yo no encontraba sentido alguno a la música.

Miré a Sophia y recordé nuestro primer encuentro en cuarto año de escuela; mi rubia amiga de ojos grises y cabello lacio era tímida y no conocía a nadie, así que decidí invitarla a jugar, desde entonces somos inseparables.Pero Indira no se quedaba atrás, mi prima ha estado conmigo desde los dos años, pero no fue hasta los nueve cuando nos volvimos como hermanas. A partir de aquel momento esa linda castaña con su locura y diversión se convirtió en una de las personas más importantes en mi vida.

Ahora, con diecisiete años de edad, era mi último año en el instituto junto a Indira y Sophia; quienes siempre me apoyaron. Así que decidí que una tonta discusión no arruinaría ni mi primer día de clases, ni mucho menos nuestra amistad.

- Discúlpame, no debí reaccionar así - dije. - , hay personas con mayores problemas que yo.
- No te preocupes. - dijo Sophia con una sonrisa. - Tampoco debí insistir.
- Es cierto. - añadió Indira. - Te apoyaremos en lo que decidas, siempre.
- Gracias chicas, las adoro. - respondí.

Limpié mi rostro y miré a mis amigas que me respondieron con una amplia sonrisa.

- Bueno, vamos a clases. - dije ya calmada.
- Estabas tardando mucho en ser la responsable obsesiva de siempre. - dijo Indira. - Por un momento pensé que no eras mi prima.
- Ok, ok... entren a clases que llevamos diez minutos de retraso. - se quedaron inmóviles. - ¡Ahora, ahora, ahora!
- Esa es mi chica. - gritó mi prima mientras reíamos.

***

Transcurridas cinco horas de clase nos dirigimos a la cafetería, el lugar era exactamente igual que hace un año. Las sillas, agrupadas de ocho en ocho por cada mesa poseían un color blanco casi prolijo que contrarrestaba con el azul marino de las paredes.

Tomé asiento frente a mi mejor amigo; su nombre es Alex y es uno de los mejores amigos que podrías tener, es atento, romántico, divertido, inteligente y atractivo.Por su parte Sophia eligió sentarse junto a mi primo Anthony, mientras Indira fue por nuestros almuerzos. Mi amiga saludó a Anthony con un beso en los labios. Hace cinco años que salen pero... nadie pensó que su relación duraría.

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