05.

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Busque en mi bolso revolviendolo por completo, pero no tenía mi cuaderno. Seguro lo debí haber dejado en el hotel. Solo espero que nadie se lo haya llevado.

-Este es el campus donde se hospedaran a partir del dia 15 -dijo la guía- Señorita, ¿necesita ayuda?- me pregunto.

-No, perdón, es que perdí algo pero no se preocupe- respondí.

-Bien, y hacia la izquierda, el edificio de color rojo es el comedor- señalo dicha estructura. -Iremos allí en un momento a almorzar.

Mire la hora, y ya habían pasado las 12 del medio día. Mi estómago pedía ya comer, el desayuno había sido muy temprano para mi.

El desayuno... Juan Pablo se vino a mi cabeza, y sonreí automáticamente. Tenía un humor que contagiaba, su voz era tranquila y su presencia trasmitia buena vibra.
Deseaba que sea la tarde para poder conocer a Simon y Martin, pero más por verlos en vivo cantando.

Moría de ganas por preguntarles como era su proceso musical, lo que sentían al cantar frente a miles de personas.
Quería saber los gustos de Juan Pablo, que lo hacía emocionarse hasta los gritos, o las lágrimas. Que lo hacía enojar y que límites tenía con las personas. Si habia estudiado, o si se dedico siempre a la musica. Quería saber hasta si comía bien o mal (en realidad me interesa saber como se alimenta toda la gente que conozco) porque eso dice mucho de la gente.

Quería que el recorrido termine ya para poder ir a conversar con él, hacerle mil preguntas y hablar de la universidad.
Un solo día de conocerlo y me sentía cómoda en este vínculo, como si nos conociéramos de toda la vida o de otra vida.

El almuerzo finalizó y quedamos libres para recorrer toda la universidad. El sol estaba intenso, pero aguantable.
Me coloque en la fila del bebedero para recargar mi botella y luego seguir caminando.

-Constanza, ¿verdad?- gire para ver quien me hablaba.

-Si, soy yo- le respondí a la chica colorada detrás mio- ¿Nos conocemos?-pregunte dudosa.

-No, pero soy Stephanie, seré tu roomie- me extendió la mano.

-Ay, ¡si claro!, no te reconocí, estas muy diferente a la foto que me mandaron- le estreche la mano- que gusto cruzarnos.

-Es que me teñi el pelo, en la foto que envié estaba castaña, pero quise hacer un cambio antes de venir- respondio- ¿de donde vienes?.

-Capital Federal, Argentina. ¿Vos?.

-Colonia, Uruguay.

-No sabes cuanto me alegra que me digas eso, tener alguien con quien tomar mate- dije mientras llenaba mi botella de agua.

-Cuando dijiste Argentina fue lo primero que pensé- reímos- ¿Queres ir a tomar un café? Somos varios -me señaló un grupo de alumnos que estaban a unos metros.

Mire mi reloj. Las 15.30hs.

-Ay, no, perdón pero me tengo que ir me están esperando. Pero- saque mi telefono- dame tu WhatsApp para que podamos organizar otro día.

Intercambiamos números y nos despedimos.
Camine hacía la salida y subí al primer taxi que paso.
Tenía media hora de viaje hacia el hotel, y luego una hora para bañarme, cambiarme y comer algo para estar lista para el concierto.
Seria más que suficiente, podría llamar a Mery también, que prometí escribirle ayer en la noche y no lo hice.

...

-Entonces estaba tratando de dormir tranquilo en mi habitación, cuando escuche la risa de Villa. Salí de la habitación y lo vi a él con la chica rubia. Ella tenía sus maletas y estaban parados en la habitación 5- dijo Isaza.

-Y hoy desayuno con ella- termino Simon.

-Lo que creemos todos es que durmió con ella, pero él dice que no- remato Nath.

-¿Usted que opina Coco?- pregunto Martin.

-Que si durmió con ella- respondió.

-¿En serio creerían que dormiría con alguien que apenas conozco?- dije tocándome el pecho con cara de ofendido- ni cerca perros. Desperté temprano y cuando salí a desayunar ella ya estaba, y me quedé platicando hasta que se tuvo que ir, solo eso.

-Lo que usted diga Villa, para nosotros ya se acostó con ella - dijo Nath molestandome.

-¿Vendrá hoy?- pregunto Isaza.

-Uhhh ya va en serio, la invito al show- dijo Martin volviendo a molestar.

-En mi defensa, la invito Isaza ayer en la noche, y si, vendrá. -respondí 

-No se haga el desentendido, debe agradecerme, porque la chica diciéndole que era fan y él ni a- Isaza se levantó de su silla y tomó una paleta de ping pong - venga Marto, venga a perder contra mi.

-Yo la iba a invitar cuando usted interrumpió- dije comenzado a tocar la guitarra- ya debería estar por llegar. ¿Coco tenemos entradas? -pregunte.

-No, pero tenemos pases de más, Susana dijo que hoy saldría con amigas asique no irá- respondió.

-Genial- me pare del asiento- voy a guardar la guitarra y agarrar mi mochila para el concierto- dije mientras caminaba hacia la salida.

-No mienta Papo, sabemos que va a fijarse si ya llego su amiga -dijo Moncho.

Voltee y le enseñe mis dedos medios.
Pero tenía razón, quería saber si había llegado.

...

Cuando salí de bañarme llamé por video a Mery.

-Le pase mi número para que arreglemos otro día de ir a tomar el cafe- dije mientras me cepillaba el pelo.

-Estoy celosa ya- dijo bufando.

-Apenas la conozco- dije riéndome- a vos te conozco desde que tengo no se, 6 años.

-Lo sé, pero vas a estar sin mi 3 meses- dijo poniendo cara de enojada.

-Tonta. ¿Que me pongo?- le pregunte. Sabía bien que ella conocía toda la ropa que tenía.

-¿Para que?- mierda, no le había dicho.

-¡Ay para me olvide!, ayer a la noche en todo ese quilombo que paso con la inundacion, me invitaron a ver el concierto de ellos- dije

-Pequeño detalle te olvidaste- dijo levantando las cejas- si hace calor ponete el short de jean claro con la blusa corta que se ata por delante, y hacete las dos trenzitas a lo Tini Tini Tini- dijo cantando la última parte.

-Okey, me gusta- dije sacando la ropa de la valija.

-¿Me podes mandar videos de cuando canten Ladrona?- escuche que tocaban la puerta.

-Ya voy- grite apurandome a abrocharme el último botón del short. -A ver quien es- dije agarrando el teléfono.

Abrí la puerta y era él.

-Hola- dije sonriendole.

-Hola, quería saber si ya habia llegado, ¿como le fue?- me pregunto sonriendo.

-¡Excelente!- grito Mery, yo solo cerre los ojos y reí.

-Juan Pablo, Mery- mostré la pantalla del celular -Mery, Juan Pablo.

-¡Hola!- saludo él con su mano- lamento interrumpirlas.

-¡Hola! -respondió ella emocionada- en lo absoluto, la que molesta soy yo. Ya me voy, mucha suerte en tu show y cuídame a Connie, esta chiquita- dijo, Juan Pablo rió ante su comentario.

-No estoy chiquita Maria de la Paz- dije enojada.

-Gracias, y si, yo se la cuido no se preocupe.

-Chau Co, hablamos más tarde- grito.

-Chau, después hablamos- dije colgando- perdón por eso- le sonreí.

-Para nada, un placer conocer a los amigos de mi amiga.

Me sonrió y yo sentí que me derretía.

Date la vuelta - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora