18.

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-¿Segura que no queres peluca?- me pregunto Mery.

-No, no quiero. Esta soy yo, voy a ir a exponer el trabajo final pelada, siendo yo. Entre siendo yo con pelo y me voy como me voy- dije mientras me terminaba de poner los aros.

-Que pena que tu familia llega recién en una semana-dijo.

Sinceramente no me importaba mucho que no llegarán, no era mi graduación, era solo el fin del intercambio.

Se suponía que cuando finalizará el intercambio me quedaría en Madrid 5 días más y volvería a Argentina.

Pero la vida tuvo otros planes para mi. Voy a terminar todo el tratamiento acá, porque "La Princesa" tiene uno de los mejores servicios de oncologia del mundo.

Madrid se había vuelto mi hogar, y me gustaba eso a pesar del contexto en el que se habían dado las cosas.

La puerta de la habitación se abrió.

-Permiso- entro Stephie- wow- dijo abriendo los ojos- te ves increíble.

Llevaba un smoking color verde benetton y tacos.

Los pies me dolían, más de lo normal, porque ya no tenía mucha masa muscular, pero no iba a decir nada, no quería que haya drama por eso.

-Ya estoy- dije. Guardando mi teléfono en el clutch.

Voltee y las vi a las dos paradas mirandome con cara emocionada.

-No. No vamos hacer esto ahora.-dije enojada- Me siento bien, estoy a punto de exponer, no se me puede mover el maquillaje.

-Co- dijo Mery- te amamos.

Y me abrazaron entre las dos.

Me enfurecia que hagan esto. Que me tengan en caja de cristal, o que les de pena constanmente.

Pero necesitaba este abrazo.

-Bueno ya- dije intentando salir del abrazo.

No me lo permitieron me mantuvieron así unos minutos más.

-¡Ya!- empece a reír.

-Ahora si- dijo Steph- podríamos habernos quedado así hasta siempre si no reías.

Bajamos a la planta baja, donde nos esperaba Villa para ir al anfiteatro de la UAM.

-Te vez preciosa- dijo tomándome la mano.

-Soy un huevo maquillado-dije riendo.

El sonrió. Sabía que mis chistes no le hacían gracia, le angustiaba mi situación.

Al llegar a la UAM tome un barbijo quirúrgico, tenía prohibido estar en lugares públicos con mucha gente sin uno. Mis defensas eran bajas por las quimioterapias, y cualquier virus o bacteria que me pesque podría complicar el cuadro, mas de lo que ya estaba.

Stephie y yo nos dirigimos hacia el escenario por la parte interna de la universidad, y Villa junto con Mery se fueron para las butacas a esperar.

-¿Nerviosa?- le pregunte.

-No. Bueno, en realidad un poco. Emocionada más que nada- me tomo de las manos- fue un placer conocerte y que te vuelvas mi amiga. Me siento la más afortunada por compartir esto con vos.

-Te quiero Steph-la abrace.

Ingresamos en el escenario.

Caminar se me hacia cada vez más pesado, pero por suerte hasta nuestro turno estaríamos sentadas en las sillas junto con nuestros otros compañeros.

Date la vuelta - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora