Dulce Maldad (vegaspete)

Capítulo 8

Las palabras de Macao seguían dentro de la cabeza de vegas, es están agotador seguir pensando, su mente se nublaba cada que salía el tema de su hermanita perdida pero en verdad no podía hacer más que dar largas y largas a un asunto qué ya estaba perdido, porque sólo había de dos sopas, la primera era qué aquella mujer se había metido con uno de esos bastardos por lo qué mandaron a matar a su padre, y la segunda era qué ambas estuvieran muertas y al parecer a vegas le agradaba más la segunda opción.

No podía negar que le dolía la muerte de su padre y la traición de quien fue una segunda madre, la mayoría creían qué eran una familia algo disfuncional pero en realidad no o bueno no al menos con su madrastra ya que ella siempre trato de que vegas y su padre se llevarán bien aunque a veces era imposible, pero esto era normal como en todas las familias.

Se sentía jodido y solo quería desahogar esa frustración así que salió con dirección al bar pero al llegar se llevó la sorpresa de que era día libre de su bailarín favorito, pero el señor Kang le ofreció a otro tipo pero vegas se negó de inmediato -Olvidalo idiota, mejor me voy y tu ponle más variedad a esta porquería de lugar porque ya aburre.

-Así será señor vegas...

El tipo salió del bar y subió a ese bello auto negro, tras él se cerro la puerta y en conductor entró para comenzar con el recorrido -Big te a mandado una dirección, así que revisalo y llévame a ese lugar.

-Claro- el hombre detuvo el auto y reviso el chat de big, en efecto ahí estaba la dirección y al verla supo que esa zona era ligeramente peligrosa y bueno era como la parte pobre de Tailandia, más bien era la zona de quienes aún podían subsistir de una manera digna -Mi señor esta zona es algo fea y no creo que sea muy seguro ir a estas horas.

-Te pago para que cumplas mis órdenes, no para que las cuestiones imbécil - ambos se miraban por el retrovisor -así que pon esas putas manos sobre el volante y comienza a manejar de una sola vez.

-Perdón señor...

Vegas rodó los ojos y dijo para sí mismo -Si supiera que justo en esas es donde se produce más dinero y que gracias a ellos puede cobrar su jodido sueldo- decidió dejar ese asunto y prefirió recargarse por completo sobre el aciento, se cruzó de brazos y cerró sus ojos para poder dormir un poco antes de llegar al lugar.

La noche ya era ligeramnte más negra, el conductor estaban por concluir el viaje asignado y vegas estaba despertando después de un largo y profundo sueño; el auto se detuvo frente a una casa de color naranja la cual era la que resaltaba ligeramente entre un montón de casas despistados y poco cuidadas, este miró a través de la evntana "Valla que la zona es de las mejor sitas que hay en este lugar" .

Bajo del auto y con toda la distinción del mundo se hacerbo ala puerta de la casa de pete, porque si este había ido hasta esa para poder ver awuinbtanto le hbak fascinado; extraño pero a la vez tan importante ya que el gran vegas nunca se había tomado la molestia de ir a ver a uno de sus amantes, clasl asta que llegó pete a su vida.

El timbre fue escuchado por los ahitantes, los cuales sólo uno de ellos fueron hacia la puerta para poder resivir a lo recién llegada.

-¿Y usted quien se jovencito- la anciana miró ligeramente hacia riba ya que aquel hombre era un poco más alto que ella, con una cálida sonrisa la mujer seguía en la espera de una respuesta.

-¿Esta no es la casa de Pete?...

-No seas mal educado y responde a mi pregunta- con el señor fruncido la anciana estaba más que dispuesta a cerrarle la puerta en la cara -que tenga muy buena noche...

El hombre pelinegro reaccionó de una manera inmediata -Me llamo vegas... mi nombre es vegas señora.

Una fugas sonrisa salió de los labios de la anciana al darse cuanta de que había conseguido lo que quería -Muy bien ahora sí dime a quin es que estas buscando a tan altas horas de la noche.