🩸Cap 17🩸

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Sensaciones extrañas recorren mi cuerpo. Como si fuera más que un simple deseo. Como si estuviera atado a ella de la manera más sublime posible. La forma en la que su cuerpo descansa a mi lado. Cubierto con una sábana blanca, con su cabeza sobre mi pecho y su mano sobre mi torso desnudo... Es perfecto. Es como ver a un Ángel, uno algo perverso, pero es lo que más me gusta de ella, ¿Quién diría que ese rostro angelical oculta un oscuro secreto?

Rydell brilla como luz resplandeciente en la oscuridad, aunque... la oscuridad que la rodea es emanada por su familia, he incluso por ella misma. Ella resalta entre todas en el campus con su oscuridad y su belleza. Es hechizante y te hace perder la razón con tan solo mirarla. Yo perdí la razón, puedo estar durmiendo con una asesina y aun así, no me importa en lo absoluto. Ella me tiene a sus pies como si fuera una reina. Mi reina. Mi luz en la oscuridad.

—Patrick, ¿escuchaste lo que te dije? —parpadeo varias veces, ni siquiera tengo idea de que me está diciendo Adrianne— esa cara de tonto me lo dice todo. —dice enojada.

En mi mente solo se repite la noche anterior una y otra vez. Rydell se ha ido antes del amanecer, antes de que todos en el campus se levantaran para ir a clases, en especial sus primos. Me hubiera gustado levantarme a su lado, pero eso no fue posible y nada más puedo conformarme con la mejor noche que e tenido desde que llegué aquí.

—Russó está en el país de las maravillas. —Seth me lanza una mirada de complicidad.

No le he contado lo que pasó entre Rydell y yo, pero él sabe que pasé la noche con ella, ya que fue él quién la envió al dormitorio la noche anterior.

—Te necesito aquí Patrick. —repuso ella con el ceño fruncido.

—Lo siento, prosigue.

—Debemos estar pendiente de todo, hasta de lo más mínimo. —señala a Seth— no vayas a entrar en pánico si te preguntan algo. —él asiente— vamos a ir a la boca del lobo. —mira hacia arriba dramáticamente y junta sus manos en señal de súplica— Diosito, ayúdanos a salir vivos de esta. —contengo mis ganas de reír. Tengo a los mejores amigos más dramáticos del planeta.

—En el caso de que tengamos que huir. —dirige su vista hacia mí— sirve como carnada.

—Oh, claro, sacrifiquen al burro. —finjo disgusto, aunque en realidad me ha causado gracia.

—En ese caso, sería Seth. —él la fulmina con la mirada— pero eres el burrito más lindo del mundo.

—Acepto el cumplido, pero que quede claro que me ofende muchísimo. —finge estar enojado.

—Ya vámonos. —me pongo de pie.

—Sí, ya es hora. —Seth nos señala a ambos— quiero decir mis últimas palabras... —respira hondo para hacerlo más dramático— son los mejores amigos que pude tener en toda mi vida, los amo. —nos abraza.

—Deja el drama. —lo empujo a la puerta.

Salimos al corredor y subimos las escaleras hasta el piso de los Veneth y Aeverice. Tengo muchas ganas de volver a ver a Rydell, la he visto esta mañana en clases, pero ella estaba con Troy así qué... Ni siquiera me saludó. Trato de no darle importancia a qué me ignore cuando esta con sus primos, pero después de lo sucedido entré nosotros, es difícil no hacerlo.

Al llegar a su Penthouse, nos detenemos en la puerta e intercambiamos miradas para ver cuál de nosotros tocará la puerta.

—Es toda tuya. —Seth me señala y yo toco algo ansioso.

—¡Buenas noches! —digo cuando Troy abre la puerta.

—¡Pasen adelante! —responde amablemente  y se hace a un lado para que nosotros podamos entrar— ¡Me alegra que hayan aceptado nuestra invitación!

Voces en el Bosque (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora