🩸Cap 21🩸

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~Íslam Aeverice~

—¿Qué haces? —preguntó con inocencia; su dulce rostro me hizo sonreír.

—Mi tarea, pero no logro resolver estos ejercicios. —ella se sentó a mi lado, tomó mi lápiz y comenzó a resolverlos.

Se le daba bien el álgebra, en realidad, todo se le daba bien. Era una niña muy lista, dulce, atenta y cariñosa, por lo menos con nosotros. Siempre nos cuidaba y nos ayudaba si teníamos algún problema.

Me gustaba visitar al Tío Kyler y la Tía Adara. Le decía a mis padres que era porque quería jugar con Khaled, pero no era nada más por eso. Iba porque me gustaba estar con Rydell. Me gustaba mirarla mientras jugaba con Price al desfile de moda. Me gustaba espiarla mientras dormía. Me gustaba comer en la mesa junto a ella, pero... Era mi prima y no estaba bien tener esos sentimientos hacia ella, ¿Verdad? Aunque, no teníamos lazos de sangre, ella era una Veneth y yo, un Aeverice. Sí, papá era hermano del tío Kyler, pero hermano adoptivo, entonces... ¿Podía fijarme en Rydell? ¿Podía quererla de forma diferente? ¿Podía verla como algo más que mi prima?

—¡Listo! —me miró y me dio una sonrisa; me sentía como un tonto a su lado— ya puedes ir a jugar con Troy y Khaled, te están esperando. —se levantó, pero antes que se marchara, tomé su mano.

—¿Qué harás tú? —le pregunté.

—Iré a espiar a nuestros vecinos, con Price. Dorian volvió del campamento. —suspiró risueña.

Su estúpido vecino era dos años mayor que yo. A Rydell le parecía la gran cosa porque iba a la secundaria y sus padres lo dejaban hacer lo que quisiese, pero igual seguía siendo un idiota.

—Ya te lo dije, no es un buen chico. —fruncí el ceño; detestaba a ese niño— te prohíbo que lo vayas a ver. —crucé de brazos.

—No puedes prohibirme nada. —rió mientras negaba— tengo doce años y tú. —tocó mi pecho con su dedo índice— solo tienes once, eso quiere decir que soy mayor y no debo obedecerte. —sonrió como si hubiera ganado una discusión.

—Eres mayor, pero eres una chica y yo un chico. —me miró como si no entendiera mis palabras— yo debo cuidar de ti porque soy el hombre.

—No soy una princesa que debe ser rescatado por un príncipe. —bufó— sé cuidarme, así que ya vete a jugar al patio. —salió de la sala, dejándome con las palabras en la boca.

Me asomé por la ventana que daba hacia el patio. Rydell y Price caminaron hacia la banca que estaba en el patio trasero y tomaron asiento. Ambas tenían la vista hacia la cerca que separaba las dos casas. Dorian jugaba béisbol con sus amigos, uno de ellos le arrojó la pelota, pero él no logró atraparla y la pelota cayó a unos cuantos metros de donde estaban ellas. Estaba seguro de que lo habían hecho a propósito por la sonrisa que los tres tenían en sus rostros.

—Íslam, ¿Qué esperas para venir a jugar con nosotros? ¿Una invitación? —escuché la voz de Troy detrás de mí, pero no aparté la mirada de Dorian.

—Estás igual que mi hermana, espiando a nuestro vecino. —Khaled se detuvo a mi lado, su ceño estaba fruncido— no sé que le ve Price, es un idiota. —estaba de acuerdo con él.

Vi por la ventana a Rydell tomar la pelota y caminar hacia él. Salí al patio junto con los chicos y nos detuvimos en el umbral. Solamente planeaba hacer acto de presencia para que supiera que ella no estaba sola, pero a él pareció no importarle y beso su mejilla después de tomar la pelota. Esa fue la gota que derramó el vaso... Caminé hacia ambos, golpeé su rostro y tomé la mano de Rydell para llevarla dentro. Nuestras madres estaban en la cocina y nuestros padres en la sala principal, así que la llevé a la sala de juegos.

Voces en el Bosque (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora