Yammurth Yildez una interna de un hospital psiquiátrico.
Alain Collymore y Murath Pearson dos hombres muy misteriosos.
Se unen y juntos inician una vida llena de justicia, combatiendo a la ley lo cual termina con sus vidas
Lunesca es el hospital psiquiátrico más reconocido del país ya que la mayoría de los pacientes son personas provenientes de un buen estatus con la sociedad, es muy parecido a un castillo, tiene 7 plantas las cuales son diferenciadas por números y colores, cada paciente tiene una cinta en su brazo el cual indica a que planta corresponde, la planta #7 color morado para los esquizofrénicos, la "#6 color negro para los trastornos de personalidad, la "#5 rojo para los trastornos de obsesión, la "#4 rosa para los de alimentación, la "#3 amarillo para los traumas, la"# 2 azul para los bipolares ansiosos y depresivos, la planta "#1 para recepción y terapias, era así como estaba dividido tanto el hospital como los pacientes; claramente yo estoy en el edificio 2 y me dirijo al 1 ya que tengo terapia.
-Señorita Yildiz a tenido usted deseo de asesinar a alguien?
-No, dile que nunca lo harías-. Hablo mi vos interior
- Señor Asthon soy una persona incapaz de cometer tal pecado
-Eso me gusta conejita, hazte la víctima-. Habló la vos desde mis adentros
- Lo sé Yammurt, es solo rutina, puedes irte ya-. Dijo mi querido, aburrido psiquiatra mientras en mi cabeza se proyectaban imágenes enlazadas a la forma en que podría acabar con él.
Al salir de rutina dos chicos estaban en recepción, me llamó mucho la atención ya que nunca había observado a nadie que no fuera personal del mismo hospital, ambos chicos se dedicaron a escanearme de arriba para abajo y yo lo hice también, uno de ellos pelinegro con ojos marrones y una cicatriz en su brazo mientras el otro un apuesto albino azulado con la misma cicatriz, ambos con números tatuados en su brazo 46816, el pelinegro tenía su cabeza baja mientras que el albino me observaba con una sonrisa malévola al grado de que yo me aterrorizará y pasara frente a ellos con temor y luego a una distancia prudente corriera a toda velocidad para encerrarme en mi habitación.
2+2 son 4,4y2 son 6, 6y2 son 8 y 8 16 cantaba mi hermana mientras yo la abrazaba, esa canción se la enseñe cuando en el primer grado le enseñaron los números, de pronto alguien empezó a llamar a la puerta y tuve que despertarme, era Medina con una chica muy hermosa l
- Yammurt, se acabo tu hermosa soledad, ella es Heredia, tu compañera de cuarto-. Una morena asustadiza se escondía detrás del, parecía tener miedo así que le sonríe y le deje entrar
- Si vamos a estar juntas al menos dime tu nombre ¿quieres?
- Rerenenesme, Renesme Heredia
- TATATATA, habla bien que no te entiendo, tienes la otra mitad de la habitación, puedes tomar de mi lado lo que necesites y no desordenes-. Salí a clase antes de que pudiera decir cualquier palabra que me ocasionará un retraso y ella se quedó en el cuarto acomodando sus pertenencias.
Renesme a simple vista parecía una persona amable, físicamente muy hermosa pero a la vez un desorden. Mientras salía del hospital y me diría a clases imaginé una vida agradable con ésta chica como amiga, sin embargo en mi cabeza idealicé su muerte y fue ese el momento donde supe que no podría ser muy cercana a mí, de lo contrario podría lastimarla.
Inconscientemente ya estaba en el salón de clases y todos estaban en su sitio ordenado por el profesor de materia
- Yammuerth, llegas tarde, tienes media falta- exclamó la profesora de idioma Ehia Bardot a lo que ignoré y solo me adentré a buscar mi lugar para iniciar la clase
Luego de idioma tenía física matemática, a esta materia le tenía un poco de odio ya que en las clases siempre completaba las asignaciones sin ningún problema pero en las pruebas era un 0 a la izquierda, estábamos llevando corrientes eléctricas un tema fácil para que vaya a perder en el exàmen, me encontraba concentrada completando un folleto cuando de pronto llega Medina con tres personas más, sonreí al ver a una Renesme muy nerviosa, sin embargo mi piel se erizó al ver el otro dúo de quienes se trataba
-Buenos días chicos, hoy les vengo a presentar a tres alumnos de nuevo ingreso- tomó a Renesme de la mano y la dirigió al frente – ella es Renesme Heredia y tiene 17 años- la hizo tomar asiento y continuó con el chico albino azulado- Él es Alain Collymore y tiene 22 años- El albino sonrió me miró con cara coqueta pero con un tono de perversidad. – Y finalmente, Murat Pearson con 21 años- el chico recorrió el salón con una mirada tranquilizante pero al llegar a mi lugar este me fulminó con su mirada escalofriante.
Creo que a estas edades de la vida sabemos perfectamente que nuestro más grande enemigo es el miedo y ami este me provocó un colapso nervioso al mirar cómo a cada uno de mis costados me tenía acorralada uno de los chicos, a mi derecha estaba el Albino y a mi izquierda Murat, a descripción de ambos debo decir que son esos hombres los cuales con tan solo su presencia son capaces de intimidar a cualquiera.
-Bye bye class- dijo Ehia poniéndole fin a la clase, colocándole un punto y aparte a mi torturada vida, pero no, él punto y aparte no estaba destinado a ser sino más bien luego de ese despido continuaba una coma ya que los chicos se acercaron a mí y me saludaron con un
-Te estaremos vigilando Yildez- fue lo que dijo Alain luego de salir del salón de clases y dirigirse a la cafetería
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Renesme
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Alain Collymore
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