Se rompe el cielo y explota en el corazón. Esta maldita enfermedad de nunca ser suficiente para alguien, de tener las puertas abiertas en mi mundo y que nadie quiera entrar.
Tantas veces he aterrizado de golpe, sin equipo de protección y me rompí. Sigo roto.
Respirando solo por costumbre.
Afuera muestro esa sonrisa que no se ha ido, pero que se va volviendo débil.
Perdí la cuenta de las tantas decepciones que se han tatuado en mi corazón.
Gasto mis días buscando paraísos que tal vez ya pasaron y no pude ver.
Le di mi tiempo a personas que hoy ya ni me recuerdan.
Me entregué de más por alguien que después me hizo sentir menos, pero aquí sigo, soy tan necio.
Después de todo, uno no puede cambiar lo que lleva en el corazón.
- Víctor Hernández
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Con El Alma - Poemario
PoetryDías de sol alumbrando directo a mi rostro. El amor se siente, pero también se puede leer. Un cachito de felicidad también se puede hallar en los ojos que no se borran de la mente. Porque hay veces en las que el amor se disfraza de poesía y un poema...