Pensé que lo conocía todo, hasta que te vi sonriendo.
Ahí comprendí que lo bonito de la vida no son cosas, sino sonrisas, miradas y abrazos.
Mentía cuando decía que conocía el amor,
cuando te sentí recargada en mi pecho por fin lo comprendí.
Por fin pude sentir esa calma en mi interior sólo con acurrucarme a ti.
La luna ya no brilla tanto desde que descubrí la luz de tu mirada. Mi ventana favorita.
Contigo a donde sea, al súper o al fin del mundo, pero siempre de tu mano.
Y si la eternidad existe, pido pasarla a tu lado. Amarte como lo mereces,
poderme sentir en paz si eres tú mi guerra.
Comernos el mundo
y descansar tirados en algún parque mirando al cielo. Tomar el tren sin importar el destino,
el viaje será perfecto con tu compañía.
Un café por las mañanas y una vida por delante,
una risa que me invita a nunca soltarte, a nunca soltarnos, a siempre cuidarnos.
Tomar el tren sin importar el destino.
- Víctor Hernández
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Con El Alma - Poemario
PoetryDías de sol alumbrando directo a mi rostro. El amor se siente, pero también se puede leer. Un cachito de felicidad también se puede hallar en los ojos que no se borran de la mente. Porque hay veces en las que el amor se disfraza de poesía y un poema...
