Llantos

464 41 3
                                    

Autora
Desde hace al menos unos 4 meses que Theo había adoptado a Robby como su hijo, quien era un niño muy tierno y tranquilo, además de muy alegre, el ver sus sonrisa era lo que más les hacía feliz a la quimera, ese pequeño tocaba su corazón cada ves que su rostro formaba una sonrisa

Pero ese era solo uno de los puntos que Theo había tenido a su favor desde que vivía con el, la parte no tan buena era la que llegaba cada noche cuando quería ir a dormir, por alguna razón la simple idea de tener a ese pequeño ya dormido para ir a su cuna era definitivamente poco probable

Su dulce Robby aunque era lindo, debía de de admitir que también era muy lloron, los primeros meses que llevaba en su departamento no habian sido tan difíciles, su sueño siempre llegaba a el cada noche e incluso era duradero, pero eso había cambiado apartir del tercer mes, ahí fue cuando empezó a tener problema para dormí, lloraba todo el tiempo antes de la cena, gritaba, hacía berrinche y no dejaba de patalear

Al principio Raeken pensaba que el bebé pasaba por alguna molestia, tal ves se sentía incómodo, incluso checo su pañal para sersiorarse de que estaba limpio, le hacía papilla para darle de comer en caso de que tuviera hambre pero en cambio siempre le tumbaba la cuchara con comida, lo alluraba, le preparaba una mamila con leche tibia para dormir lo y ni eso le resultaba

Llego al punto de tener que llamar a sus dos mejores amigos para que lo ayudarán a dormir lo

Mia:Y si le damos cerveza

Roni:Tienes apenas 1 año

Mia:¿Y que supone que haga entonces?- hasta la paciencia de Mia se estaba agotando

Theo:Pasamelo- cargo al bebé, llevandoselo de los brazos de Mia intentando arrullarlo, lo cual tampoco funcionó

Pasaron al menos tres horas desde que el pequeño robby empezó con su llanto errático, mientras que un Theo con sueño y lleno de cansancio empezaba a desesperarse

Theo:¡Dios Robby!, podrías por favor dejar de llorar por un momento- el bebé solto un grito más fuerte- No, no, no, perdón bebe, no quería hacerte llorar- siguió mesiendolo entre sus brazos, mientras las ideas para lograr apaciguar su sufrir se agotaban- Por favor niño, tengo una operación muy importante mañana, necesito descansar

Sus pedidos no fueron escuchados por el infante, quien siguió con su llanto lo que quedó de la noche, dejando como resultado a un Theo desvelado y cansado, motivo por el cual tuvo que pedirle a uno de sus colegas de trabajo que realizarán la operación por el, no podía arriesgar a su paciente en el estado en que estaba, además de que su hijo necesitaba a su padre con el

Así paso durante varias noches más, donde Theo se quedaba dormido durante el tiempo que estaba en casa incluso cuando estaba en el trabajo, terminaba recostado sobre su escritorio intentando reconciliar el sueño perdido, ya que ahora no sólo el bebé lloraba durante las noche si no por el resto del día, solo dormía de ves en cuando, pero cuando no lo hacía, caía en llanto

Ese día era domingo, su día de descanso, o al menos eso era para el antes de que Robby llegara a su vida

Se encontraba en el supermercado comprando la comida, llevando en su carrito a su bebé en la silla, quien seguía llorando fuertemente por todo el pasillo, intento calmarlo, claro que lo hizo pero como siempre sus intentos no servían de nada

Dándose por vencido siguió con su lista de compras, tomando un par de jitomates y aguacates, mientras el bebé seguía su llanto, sin percatarse de que una pareja joven de al menos 18 o 20 años se acercaban al carrito del bebé

El chico de cabello rubio y rizado, se acercó al bebé para cargarlo entre sus brazos, empezando a arrullarlo dulcemente mientras le tarareaba una canción, haciendo que su llanto cesará y hasta empezará a reírse, cosa que Theo noto al escuchar su carcajada, caminando a paso rápido hasta el hombre

Un VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora