Gloria
- Weno... ¡ya hemos llegado! – anunció Trenzolas
De repente, se oyó una voz entre las sombras:
- Bienvenidos humildes mortales, acabáis de entrar en Glorien, la cuidad de la pura blancura
- ¿Y esta chorva es la gran Dama de Glorien, de la que todo el mundo habla? – preguntó Tronco incrédulo - ¡pues yo pienso que mi gachí está el triple de wena!
- ¡Cállate coño, debes mostrarles tus respetos a la Dama Lavariel! – le recriminó Trénzolas
- ¡Pues yo las he visto mejores, a que sí Simpli...! ¡SIMPLI!
El enano estaba embobado ante tan presta belleza. Al voltear para verla mejor, giró 180 grados la cabeza, sus pupilas se dilataron, abrió los ojos de una manera desmesurada, al igual que la boca, dos segundos más tarde tragó saliva y volvió a abrir la boca. Pero al poco tiempo tuvo que desviar la mirada, al igual que todos, pues la blancura que desprendían sus ropas inmaculadamente blancas, les cegaba. Cabe destacar, que llevaba un vestido corto que casi no tapaba (¿sólo casi?) y un escote que le llegaba a los pies (sin exagerar) ya pesar de lo que Tronco había dicho antes, tampoco él podía dejar de contemplarla.
- "Mirándola desde este ángulo, me recuerda un poco a mi querida Cawen", oye tú – dijo dirijiéndose a Lavariel -¿Tienes algo que ver con Cawen, la hija de Elbond?
- Pues sí, soy prima tercera del cuñado de la sobrina de su tía abuela
- ¡Ah, vale!, ya se me han aclarao las dudas
(En otro lugar de la Tierra Media)
- ¡Hija mía querida, que son esos cuernos! – le preguntó Elbond a su Cawen
(Otra vez en Glorien)
- Lo siento mucho por vosotros chorvos, ya sé que soy mu deseable pero ya estoy casada, éste es mi marido – anunció señalando al elfo que le acompañaba
- Me llamo Celebi (como el Pokémon),y soy el guardián del bosque – saludó con voz de autómata
- Lo tengo encerrao en una jaula porque padecer un grave problemilla – les informó Lavariel – por donde él pasa, crece la hierba (ver Pokédex para másinformación), así que para no tener que estar todo el día segadora en mano, lo encierro, ¡ y santas pascuas! –voceó con risa de loca maníaca
Los miembros de la Compañía no pueden evitar que un escalofrío les recorriera la espina dorsal al encontrarse con tal espécimen de mujer.
-Weno chicos, ¿alguien quiere acompañarme a dar una vueltecilla para conocer a Glorien?
Algunos se dieron la vuelta y obtuvieron a silbar, pero otros, como San (por no hacer un feo) y Bobomir, levantaron las manos como si estuvieran en una clase.
-Muy bien, los demás pueden hacer lo que les salga del c- - sentenció la Dama
- "Ya sé porque se parece tanto a Cawen" – pensó Tronco.
Frondoso se tiró al césped cuan corto era. Trénzolas se dedicaba a hacer peinados a Meri, que se le había metido en la cabeza ponerse unas extensiones naranjas y rosas fucsia. Simplemente sacó su discman mientras Pipí sencillamente se sentó en una roca. Tronco se dedicaba a mirar a las elfas (más bien ellas lo miraban a él, pues los hombres de su raza, exceptuando algunos, eran bastante amariconados).
A los dos minutos, San y Bobomir, acompañados por Lavariel, volvían de su paseíllo, puesto que el hombre venía llorando porque se había echo un mini corte con una espada.
