Diez Hermanos y Ninguna Hermana

Mi Linka

Capítulo dedicado a Avatarbending, el mejor escritor de fics con Linka como protagonista :'3. Eres mi ídolo, viejo.

—¡Linka, cariño. ¿Puedes sacar la basura? —Le gritó Rita Loud a su única hija.

—¡Enseguida mamá! —respondió ella con una sonrisa.

La albina con una sonrisa en su rostro hizo la labor que su madre le ordenó hacer.

—Listo mamá, ¿algo más en lo que te pueda ayudar? —Se ofreció amablemente.

La señora Loud estaba sentada en el sofá, veía la televisión, estaba en bata aún y se veía muy desaliñada.

—¿Puedes preparar la comida? —Le preguntó ella con timidez.

–¡En seguida! —Linka se fue a preparar la comida.

—Luego, ¿Puedes ir a ver si León, esta bien? —Preguntó con amabilidad.

—No es necesario que lo digas... Siempre estoy al cuidado de mi bebé —Dijo ella en tono dulce haciendo muy feliz a su madre.

Un rato después, Linka se acercó a abrazarla.

—Eres muy buena hija, cariño... Prometo compensar todo tu esfuerzo luego —le aseguro ella.

—Claro mamá, es lo menos que puedo hacer después de que me separé de ti cuando era bebé —dijo ella con naturalidad.

La mujer abrió los ojos como platos. Se giró para verla. Poco a poco empezaba a recordar todo lo que había pasado.

—E-espera, q-que... —Dijo aun con dudas.

—Dije que, yo te abandone cuando era bebé —Linka se separó y la miró con desprecio. —¿Qué?

¿Creíste que quería vivir en una casa llena de hombres?

La señora aún no podía creer lo que su preciosa hija le decía.

No es tu hija, es mía...

Volteó hacía al frente y allí la vio, la misma mujer de la otra vez. Aquella que la amenazó en su habitación y en su sueño. No estaba segura de que ella fue la que la atacó en la habitación, pero se escuchaba igual.

Pero, ¿Qué era eso de que no era su hija?, Ella escuchó a Levi leyendo... Un segundo... No recordaba nada después de lo que pasó cuando su hijo genio leyó los resultados en voz alta. Miró a todas partes y vio que Linka ya no estaba... El espacio en donde estaba se volvió negro.

¿Acaso crees que te aceptará después de que la abandonaste?

Rita se sorprendió y se quedó paralizada, pero al reaccionar, la hizo con furia retenida. Ella no abandonó a su hija, una enfermera se la arrebató de los brazos, si hubiera sabido que no la volvería a ver, nunca la hubiera dejado llevársela.

—¿¡Quien rayos te crees para hablar de Linka como si fuera tu posesión? —preguntó ella con seriedad.

Linka merece estar con...

La sombra no pudo terminar.

—¡Cállate! —Gritó Rita con todas sus fuerzas. Haciendo que la sombra retrocediera. —¡Ella me aceptará por que es una muchacha justa y muy buena!

Sombra rió a carcajadas.

—¿Y quien crees que le enseñó a ser así? —Le dijo con superioridad. Pero arqueo una ceja al ver a la rubia reírse.

—¡Disculpa que me ría, pero por lo que eh visto Linka aprendió eso por si sola! —siguió riendo.

Sombra miró a todos lados con nerviosismo, la rubia tenía razón. Cuando conoció a Linka, ella era una chica muy buena en un mundo de mierda.