Cuando la canción terminó sentí como como su dedito tocaba mi hombro.
"Tengo sueño, ¿me dejas recostarme en tu hombro?"
Aunque fuera una pregunta casual, me emocionó la sola idea de tenerla mas cerca.
Y sobre todo que confiara en mi para dormirse en mi hombro.
Le dije que si y pase mi brazo por sus hombros, se recostó y yo acaricié su cabello.
Cada cierto tiempo se volvía a acomodar y cada vez me abrazaba más y más.
Ese poco tiempo que estuvimos abrazadas, para mi, fue una hermosa y perfecta eternidad.
ESTÁS LEYENDO
She.
Historia CortaNo podía dejar de mirarla, sin importar cuanto lo intentara, sin importar cuan lejos estuviera, sin importar quien nos viera. Me arriesgué mandándole esa primer nota (después de tanto tiempo aún la conservo). Pero me alegro de hacerlo. Esa chica de...