15. Problemas

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Sehun apretó los botones del teléfono lo más rápido que pudo, marcando finalmente el número de su jefe. El característico tono de llamada se hizo oír para después ser contestado.

- ¿Señor Park?- el joven se escuchaba desesperado, su tono de voz subió varios tonos encima del normal.

- No, meow... - se escuchó del otro lado de la línea, el pelinegro comenzaba a impacientarse.

- Joder Baekhyun, necesito a Chanyeol. - escuchó un "okey" como respuesta, seguido de ruidos y la gruesa voz de su jefe.

- ¿Sehun...?

- Escúcheme, vi a Jisung. - pudo jurar que sabía exactamente la cara que su jefe tenía en esos momentos. -Lo vi esconderse detrás de un chico alto, pero juro por Dios que era él.

Silencio sepulcral, durante unos minutos se escuchaba ruido muerto, si Sehun no conociera bien a Chanyeol diría que se hubiese desmayado.

- Necesito traerlo de vuelta. - respondió por fin.

Los juegos del hambre apenas comienzan, querido Jisung.

- ¿Estás bien, Jisung? Te veo distraído. - comentó el peli rosa, el azabache había estado actuando raro, y eso le preocupaba.

Al salir caminando en la mañana, juró haber visto a lo lejos a quien menos quería en ese momento, intentó ser lo más discreto posible y escondió su rostro detrás de Minho esperando que la altura de este fuese la suficiente para cubrirlo.

Debía despejarse en serio, tal vez no fue a Sehun a quién vio, pero esa cara de pocos amigos no es tan fácil de confundir, tal vez estaba alucinando, si, seguramente eso era...

Félix pasaba una mano frente a la mirada de Jisung, quien parecía estar en un trance consigo mismo, sin notar el movimiento, pero después de unos segundos, el menor pareció darse cuenta y pegó un pequeño brinco, el angora comenzó a reír y el azabache lo miró con cara de asesino.

- ¿En qué tanto piensas? Me tienes muy preocupado. - Félix no se iría de allí sin una respuesta.

- ¿Eres bueno guardando secretos? - el peli rosa asintió. - ¡Júralo con la garrita! - Jisung alzó su meñique, el contrario rodó los ojos y juntó ambos dedos.

- Tienes que estar bromeando, Jisung. - el mayor estaba procesando todo, nada parecía ser coherente en ese momento.

- Minho no se puede enterar...-  susurró Jisung lo suficientemente alto para que el mayor lo escuchase.

- No puedo ayudarte. - finalizó el angora.

- Por favor Félix... - miró a Jisung.

- Lo único que puedo hacer es no decirle a Minho que hoy andabas raro, pero por favor, ya deja de entrar en trance, es aterrador.

- Minho... - susurró el mayor, el moreno sintió cosquillas es su cuello debido a la voz del contrario. Jisung mantenía sus brazos aferrados a Minho en un resistente abrazo, mientras sus piernas pasaban a cada lado del regazo del menor. - Prométeme que siempre estarás conmigo.

Minho se estremeció. - ¿Por qué dices eso? - el contrario se encogió de hombros.

- No lo sé, solo... promételo. - Minho rio, tomó un respiro pesado antes de contestar.

- Lo prometo.

El sol se veía radiante a pesar del aire frío del ambiente semi invernal, Sehun leía su periódico tranquilamente esperando al bus, se prometió usar el transporte público desde el momento en el que se le fue asignado encontrar a Jisung, con el objetivo de hacer su búsqueda más efectiva, todo eso le hacía sentir como un digno espía de película.

La peculiar voz llamó su atención, miró por sobre el papel y allí estaba el susodicho, pero esta vez se aseguraría de seguirlo sin ser visto.

Durante un tiempo había estado visitando lugares cercanos al lugar donde vio a Jisung antes, sabía que tarde o temprano daría con el clavo.

Con total calma se levantó de la parada, necesitaba mantener una distancia prudente de la pareja, así que por el momento no tenía prisa.

Entre la multitud su figura era pasada desapercibida a pesar de su estatura y su rostro tan imponente. Caminó siguiendo al gato y al chico junto a él durante un rato, hasta que los observó entrar a un café.

Sehun bufó. Pinky Coffee, que nombre más ridículo...

Definitivamente no entraría allí, la paciencia y la astucia eran armas letales si se mezclaban con inteligencia. Sacó con una mano el móvil de la bolsa de su pantalón, y alcanzó a marcar el número de su jefe mientras seguía observando desde lejos la puerta por donde lo vio entrar.

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Todos los créditos a la autora original @KarenTommoS

Todos los créditos de la portada a @KarenTommoS

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Cat(ch) Me ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora