El sol ilumina mi camino
La luna sella mis pasos
Mi nombre es el de una flor, mi historia es diferente a la de las demás mujeres del palacio y la corte
Regreso después de mucho tiempo a palacio, para ver a mi hermano el rey y a mí hermana la gran Reina Madre
— Su excelencia — dijo un sirviente ante la princesa de las flores.
La llamaban así porque era una gran amante de las flores y las plantas, además mucha de su vestimenta tenía algunas flores o detalles pequeños.
La Princesa Violeta, la princesa de las flores
— ¿Mi hermano se encuentra en palacio? — pregunto.
Gastón el sirviente del rey asintió.
— Te ves mucho más apuesto que años atrás Gastón — dijo la dama mirándolo a los ojos, el tenía la mirada abajo.
— Me halaga excelencia — dijo Gastón con nerviosismo.
La Princesa Violeta se había ido cuando tan solo era una niña, ahora era una mujer hecha y derecha. La dama más alegre de la corte.
— La recibirá el secretario de Su Majestad, Lord Jadiel — le dijo Gastón.
Lord Jadiel, nunca había escuchado de él.
— ¿Y él quien es? — inquirió — jamás había escuchado su nombre en el palacio.
— Es nuevo, aunque muy eficiente y leal a Su Majestad. Es un chico que acaba terminar sus estudios. Además sirvió por años a la Reina Madre — le contó Gastón.
Violeta estaba interesada en aquel joven.
¿Cómo sería?
Inquirió en su mente.
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La Reina Elizabeth estaba preparada para recibir a su hermana la Princesa Violeta, no es que no la quisiera. Elizabeth la consideraba un tanto rebelde y desenfadada, ambas eran lo opuesto una de la otra. Hijas del mismo padre, pero de diferente madre.
La Princesa Violeta y el Príncipe Jonathan eran muy cercanos, así como Elizabeth y David. Tal vez por eso existía una relación diferente. Aunque Elizabeth amaba a todos sus hermanos por igual.
David, Violeta y Jonathan eran los más cercanos que tenía, sus hermanas más pequeñas estaban en otra ciudad junto a su tía la Princesa Elena.
— ¿Me veo bien? — pregunto a Madam Romina.
Madam Romina asintió.
— Se ve mejor que siempre Majestad — dijo.
Se preparó mentalmente para volver a ver a su hermana Violeta, la princesa siempre había sido una aficionada de las flores y la naturaleza. Extrañamente no se había casado, Elizabeth esperaba ponerla en matrimonio con algún noble o duque.
— Su Majestad se encuentra junto con el joven Jadiel — dijo Madam Romina — ¿Querrá usted que le avisemos que su hermana la Princesa Violeta ya desea verlo?
Elizabeth negó con la cabeza.
— Pídeles que la traigan ahora mismo a mis aposentos. No quisiera interrumpir a Su Majestad — ordenó Elizabeth.
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La Reina Consorte estaba siendo arreglada, después de muchos años regresaba al palacio la Princesa Violeta. La joven la detestaba tanto o más como a Elizabeth. Ambas le parecían ordinarias y simplonas.
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El Amante Del Rey
Historical Fiction"Mi destino fue sellado por sus besos" Jadiel es un joven que vive en el palacio, ha recibido educación y protección por parte de la corona. Por azares de la vida su vida dará un giro inesperado cuando conozca al rey. David es el rey, la máxima auto...
