Capítulo 2.

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Capítulo 2.


Atsushi despedía de beso a Ryunosuke, había admitido que su primer beso lo tomo de sorpresa, después entendió que solo eran para que las personas los viera, después comenzó a disfrutarlos – ten un buen viaje cariño

— Te extrañaré – menciono. Miro a Hirotsu – te lo encargo mucho

— Claro que sí señor

Akutagawa entro a la escalera eléctrica del aeropuerto, Atsushi se despedía con su mano. El azabache sonrió de verlo, y sinceramente sintió en su pecho dolor al verse lejos del menor, pero claro, Dazai a su lado murmuro – y pensar que por ese chico hiciste la regla de "nada de besos"

— Da-Dazai-san

— ¿crees que no iba a saber? Tachihara estaba quejándose con Chuuya al teléfono el otro día. – menciono – "nada de besos" el gran Akutagawa dejo de besar a sus amantes para besar únicamente a su esposo, eres un asco

— No peor que tu ¿Cómo van los planes de adopción con tu adorable esposo Chuuya?

— No te metas con Chuuya

— Solo porque no está aquí, tú no te aproveches

— Oh, cariño, me voy a aprovechar.


Hirotsu conducía con Atsushi al lado – joven Atsushi ¿quieres ir a un lugar en especial?

— Estaba pensando... ¿podrías ayudarme? Como esa sorpresa que hicimos en su cumpleaños

— ¿quiere ir a una florería?

— Si, por favor.

— Será bueno que lo vean comprando flores para su hogar

— Gracias Hirotsu

Condujeron hasta la florería más famosa, claro, podía costearlo.

Mientras tanto, en el avión, Chuuya se había dormido, Ryunosuke y Dazai se habían escondido en el baño del servicio – aaah... esto si es excitante Akutagawa

— Dazai-san, apresúrese

— No me apures maldito niño, ghmm... - se quejó – ya está listo, ¿tienes condón?

— Lo traigo tan duro que el condón paso primero y bien puesto

— Que imbécil eres

Akutagawa entro tapando la boca de Dazai, las estocadas eran firmes y duras pero lentas – mgmh... – se quejó Dazai con la boca tapada

— Se siente bien Dazai-san...

— Aaah... Akutagawa, entra más

— Da-Dazai-san hace mucho ruido – se quejo

— Muévete lento y profundo Akutagawa – añadió para morder sus labios

Akutagawa se movía dentro de él, profundo y sin mucho ajetreo entre ellos, era algo tranquilo, pero sumamente llenador para ambos. La emoción de hacerlo dentro del baño de un avión en pleno vuelo los hizo terminar más rápido.  

El azabache lo saco y se miraron – llegaremos a China pronto – menciono el castaño – Chuuya estará con nosotros, así que disimula - pidió respirando agitado. Akutagawa tiraba el condón

— Puedo hacer eso - menciono limpiándose las manos y mirando su cara- estoy sudando. 

— ¿puedes besarme?

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